12/28/2009
Virgen de Luján
Nos acercamos a la Basílica de la Virgen de Luján, mientras Miguel nos contaba la devoción que hay en Argentina por ella: la virgen de los desaparecidos.
La milagosa virgen que da esperanza de que volverá el que no regresa desde hace...
"Y cuando yo escuchara que golpeaban la puerta, que me bajara la venda, que me iban a llevar... tuve mucho miedo ese día, pensaban que me iban a matar y entré a la celda... vi en la pared como estoy viendo ahí, a la Virgen de Luján.... me arrojé a la celda a pedirle... después a las diez de la noche me vinieron a buscar... digo a las diez, porque calculaba a la tarde, diez, diez y media será, me levantaron de vuelta así, me llevaron en un coche, me pusieron en un asiento atrás agachado, me soltaron las manos, pero la venda no me la sacaron y me dijeron: bueno, te vamos a largar, una vez que nosotros te bajemos del auto, te sacas la venda y te vas, pero primero dejas que nosotros nos vamos... que se vaya el auto...les pedí un cigarrillo y me bajé del coche cuando pararon y me tiré al suelo como ellos me habían dicho y era yuyo, campo...y se fue el auto y sentí que venía un camión que venía a pisarme, veo la luz que va a pisarme y me levanto las vendas desesperado y era un camión, o sea que yo estaba en el costado de la ruta... me tiraron al costado de la ruta... me puse a caminar para un lado, buscando a alguien que me dijera donde estaba..." Testimonio de Ares Rubén Horacio
El más moreno de todo el concierto, me sentía extraño, muy extraño entre jóvenes de 17 a 40 años, todos muy jóvenes, rubios algunos, muy blancos otros con el pelo negro, pero todos blancos pues. Era 12 de octubre y celebraban con un recital a beneficio de los Fabulosos Cadillacs.
Por vez primera escuché Matador, ya había estado un par de veces en recitales de Cadillacs, pero esta vez se me erizo la piel. El recinto donde fue el concierto estaba junto al Museo de los Desaparecidos y yo venía de conocer a una hermosa mujer de mi edad de Bahía Blanca y otra hermosa mujer de Viedma y de platicar con un dramaturgo autor de un par obras de teatro sobre el tema.
Entonces me estremeció pensar en Barracas, cerca de lo que hoy es caminito, en la Boca, en que simplemente lo matarían y él lo sabía, los esperaba como miles de argentinos y él, El Matador pertenece a uno de los 30 mil desaparecidos. "Por el simple hecho de pensar distinto..."
Luego, la primera tanda y el aviso de que terminaba el recital. Pero no. A su vuelta los cadillacs volvieron con la voz de Vicentico a full:
"Hijos bastardos de colonias asesinas, celebrando la matanza al indígena..."
Y los asistentes apenas coreando, siguiendo la música, no queriendo escuchar. Qué diferente a cuando cantaron siguiendo la luna. Qué diferente es el sur del norte, pero cuánto se añora uno al otro y viceversa.
La Santa María de los Buenos Aires a la que hace mención Matador no es la Virgen de Luján, pero podría ser.
¿Cuántos ruegos llegan a Luján?
¿Cuánto llanto y extrañeza y nostalgia llegan a tus manos Nuestra Señora de Luján?
Se extraña la Europa dejó el abuelo, se extraña la Argentina ganadera que ya no es, se extraña una riqueza y abundancia, se extraña al pariente desaparecido, se extraña uno mismo día a día de vivir...
12/25/2009
Homenaje a Ryutaro Nakamura
Vi caer al ángel cuando estaba en casa de mi chica. Era costumbre que ella mirara televisión con sus padres, casi siempre teleseries cortas norteamericanas. Mientras ellos miraban la televisión yo observaba en el reflejo del monitor la calle.
No había entonces monitores de plasma, así que me divertía mucho mirando cómo perros y algunas personas caminaban por aquellos suburbios.
No hizo ruido la caída del ángel, pero en mí tronó algo dentro. El chasquido fue en todo el pecho, como si un frasco de aceite reventara dentro y bajara caliente por mi estómago; en su viscoso caer llegó hasta mis piernas y no pude menos que levantarme corriendo hacia la calle.
Nadie se dio cuenta. En ese momento el Doctor Caza descubría que la enfermedad del payaso era provocada por el colorante rojo de su nariz.
Afuera hacia viento. El otoño estaba llegando y recuerdo perfectamente la imagen que cambió mi vida:
El ruido de las hojas secas arrastradas por el viento.
Su mirada enorme y llena de un líquido tibio, como si fuera un lago verde cada uno de sus ojos sin pupilas.
Estaba desnudo el ángel, sus pechos pequeños y sus piernas delgadas, sus huesos marcados encima de la delgada piel dejaba ver las venas azules. No tenía sexo y sus movimientos eran los de un anfibio, bajo su cuerpo había un charco viscoso y transparente.
No pude acercarme y cuando traté de hacerlo, el automóvil de la hermana mayor de mi novia frenó ruidosamente justo encima del ángel. Luego del escándalo del freno volvió por un momento el ruido de las hojas secas. Al frente del auto estaba el cuerpo, lo que quedaba del ángel. Un charco azul, un montón de astillas y el rostro que -como el cadáver de cualquier otro animal- miraba hacia ningún lado.
La hermana de mi novia bajó del auto con saludándome a gritos, me besó casi en los labios, me abrazó, dejándome la ropa apestando a su perfume. Entró a su casa y, en ese momento, la puerta se volvió un abismo para mí.
Nunca más volví a pisar aquella casa, ni aquellas calles, ni siquiera volví a dejar que me llamaran como antes.
Junto al cadáver del ángel tiré las llaves de mi casa, de mi auto, de la oficina que compartía con papá, mi cartera con las tarjetas y las identificaciones. A cambio, tomé los ojos del ángel y partí, escuchando el ruido de las hojas secas en otoño, resbalando lentamente, anunciando el invierno.
12/21/2009
La chunchaca de mis ayeres...
Era apenas un niño, la calle donde vivía no estaba pavimentada y en época de lluvias se forma una capa de espeso moho verde encima de los charcos. En la noche, los grillos y los sapos, los cocuyos y los mosquitos eran telón de fondo, porque la tele se apagaba temprano.
Nací y crecí en Xalapa, en el barrio de San Bruno. Y en la navidad, en las fiestas, en la pachanga se escuchaba solamente música para bailar: chunchaca.
No era salsa, ni cumbia, mucho menos norteña, ni el pop de aquel entonces que eran las canciones cursis del OTI; cuyo ejemplo sigue hasta la fecha en la cúspide de la imposición al público.
No sé qué pasaba en los ochentas en DF, porque la tele tenía sólo 4 canales y uno se veía sólo a veces y otro sólo daba programación de 4 a 10 de la noche. Nunca me pregunté por los éxitos en Estados Unidos, como veía a muchos amigos e incluso primos. Recuerdo con una sonrisa la primera vez que escuché sobre la "EME TE VÉ", que mis primos seguían ciegamente sin saber bien a bien de qué se trataba.
Uno de mis tíos cada vez que había fiesta, cada vez que había una oportunidad, la que fuera... cumpleaños de uno de sus cuatro hijos, cumpleaños de alguno de sus más de 20 sobrinos, navidad, fin de año, fiestas patrias, sacaba un enorme cargamento de Bacardí Blanco y desde comenzada la fiesta repartía a los mayores de su exilir.
Mi tío era enorme, gigantesco, un gordo que todo lo que comía lo llenaba de mayonesa. De hecho, en su casa conocí la versión mega de este producto, antes de que existiera comercialmente esa presentación. Mi tío bebía hasta caer y eso era muy complicado. Siempre el final de la fiesta fue el mismo: el tío semi muerto en una silla, o tirado en mitad de la sala, moverlo entre varios y, al día siguiente, las monsergas de todo lo que había hecho, las sábanas y cobijas a lavarse... ¡diversión!
Pero nada de esa alegría y bullanga como la chunchaca; el trago de bacardí siempre estaba acompañado de los discos de acetato del Super Show de los Vázquez, de los Flamers en versiones estilo "El flamazo navideño" con popurrí de villancicos bailables que incluían las tradicionales jarochas: la rama y el viejo; además de muchos grupos más que tocaban con calor y alegría una cumbia que no era la cumbia colombiana, ni la salsa cubana, era otra cosa.
Con una base cargada en los teclados de los setenta hacían una música tropical donde cabía todo, sin embargo, dieron por llamarle CHUNCHACA. Así que podemos definir al género como:
CHUNCHACA: Música tropical donde los teclados llevan la base, la cual es vehículo ideal de la bullanga y el desmadre jarocho.
Porque si bien en otros estados hubo chunchaca, en ningún otro tuvo tantos representantes, tanta diversidad y en ninguno estuvieron los representantes de la chunchaca más desmadroza y desfachatada: LOS CARACOLES.
Los Caracoles se crearon hace 35 años y dos cosas los definen: su estética bizarra y su fe ciega en la chunchaca. Han pasado ritmos y modas, ellos mismos han pasado por un dinfin de alineación e integrantes, pero son fieles (en el sentido de fidelidad y en el sentido que le dio el gobernador Fidel Herrera) a la chunchaca. Mientras otros grupos hacían "covers" de otros géneros, Los Caracoles dan batalla chunchaquera y desmadroza.
Su vestuario es una extraña mezcla de punk, dark, con pelos de colores y maquillajes que oscilan entre kiss y payasos. Su ambiente es desmadrozo y hacen que la gente, baile, grite y no pare de divertirse.
De niño escuché siempre su nombre, vi sus discos, baile sus canciones en las fiestas de la familia. Ensayaban a unas calles de mi casa y ayer que los encontré en el Encuentro de Lenguas Indígenas (vaya encontronazos) descubrí que su saxofonista es primo de la novia de mi hermano, que líder es La Sombra, que el director musical es Caballo Loco (padre de uno de los Aguas, Aguas), que Los Caracoles y su desmadre e irreverencia tienen que ver hasta con el gobernador, que... seguiremos de cerca los pasos de estos singulares Chunchaqueros de aquí mero de la mejor cepa jarocha.
12/20/2009
no pasa, ocurre.
y eso que no existe de pronto ocurre,
no existe, pero ocurre.
Ocurre en la mirada de mis sobrinos
ocurre en la falta de tinte en las canas de mi hermana,
ocurre en la ausencia de manos
ocurre en el exceso de cariño
ocurre en el silencio que hay en casa desde que murió Chori
ocurre el trayecto de Zempoala a casa para contar historias de chaneques
ocurren los miles de almas y sus risas y su compatir
ocurre andar y
de pronto
cansarse.
Esta gana de dormir sólo para que siga ocurriendo
sin que pese,
con el deleite nomás.
... los cerros y reverdecen.
No es que pase el tiempo, simplemente se adquieren mañas.
No más.
no existe, pero ocurre.
Ocurre en la mirada de mis sobrinos
ocurre en la falta de tinte en las canas de mi hermana,
ocurre en la ausencia de manos
ocurre en el exceso de cariño
ocurre en el silencio que hay en casa desde que murió Chori
ocurre el trayecto de Zempoala a casa para contar historias de chaneques
ocurren los miles de almas y sus risas y su compatir
ocurre andar y
de pronto
cansarse.
Esta gana de dormir sólo para que siga ocurriendo
sin que pese,
con el deleite nomás.
... los cerros y reverdecen.
No es que pase el tiempo, simplemente se adquieren mañas.
No más.
12/13/2009
Invención de los niños, creación de nuevos consumidores
Cuando los cachorros de humano dejaron de ser necesarios para el trabajo, fueron encerrados en grandes edificios donde aprendían a ser niños.
Un par de siglos después, aprenden todo lo necesario de una caja con la que absorven sus almas.
Hoy, los viejos edificios y la gente que ahí trabaja y el tiempo que emplean es abismo.
Cachorros de humano, vueltos niños hoy son consumidores más, millones de números más a la esclavitud del dinero-producto-trabajo, todo en el mismo redil, las mismas ovejas, el mismo granjero y la misma fábrica que compra los productos a los miles de granjeros.
12/02/2009
El amor en los tiempos de la dictadura unívoca
"Un corazón celoso no tiene espacio para el verdadero afecto".
Frases como están pueblan el cine y la televisión. Y el cine y la televisión se convierten en nuestros únicos referentes.
SOMOS HISTORIAS
LA RAZÓN SÓLO NOS SIRVE PARA ARTICULAR UN CUENTO Y CREENOsLO
Y HACER QUE LOS DEMÁS LO CREAn.
Nuestra vida no es la que enmarcan los programas y las películas, sino que son ellas las que nos dictan cómo deben ser nuestras vidas y nuestras formas de relación.
Inoculado el veneno, vamos creyendo en el yo como identidad, cuando no es más que un modelo impuesto por formas de comportamiento perfectamente trazadas.
y el amor como mediación y pretexto: nos imponen el amor como droga, como religión. Todas las historias terminan banalizadas por el tema amoroso. Y no es un continum en la historia de la humanidad, otros eran los conflictos y necesidades de otros momentos, mientras tanto, vamos creyendo en nuevos mitos, en nuevas religiones.
La "música", el comercio, las películas, los libros e incluso nuestras formaciones sociales se basan en "el amor". Y si atendemos sólo a su historia, el amor es un invento de los folletines, una desobediencia.
CUando las jóvenes del siglo XVII leían novelitas de amor, sabían sus padre que su alma y su voluntad quedaba corrompida. Y ahora, los padres y los padres de sus padres leyeron folletines amorosos y, no sólo eso, basan su vida aparente en ello, mientras por debajo las fibras más íntimas del ser sigue ocurriendo y ahí están las noches, los estados alterados y, por encima, mentira, no ilusión, no fantasía: mentira.
Y el amor de folletín nos tiene aquí, sin pensar en conjunto, egoistamente encerrados en un YO vacío de voluntad.
"Qué otros hablen del amor, yo amo" (Alejandra Pizarnik)
¡Hola sr. escritor!
¿Qué escribe señor escritor?
¿Qué le escriben -para que luego ud. lo firme- sr. escritor?
¿Qué conviene escribir para que todo el poder siga igual y unas brisnas vayan a su bolsillo sr. escritor?
¿Qué escribe su ego sr. escritor?
¿Qué escribe para agradar a los otros que escriben y lo lean la misma centena de afectos con quienes sería más fácil mirarse a los ojos?
¿Qué escribe cuando no escribe sr. escritor?
¿Qué le pasa sr. escritor?
¿Se siente mal?, espere sr. escritor, deje que un asistente le ayude con la pluma, con las citas, con llevar esa agobiante vida que le heredaron sr. escritor. Deje que otro asistente llene de paja las 500 páginas de su nueva novela, porque el nobel se lo dan a los grandes y abundantes escritores que trabajan para el imaginario de occidente-inglaterra, a favor de los dueños del mundo que dejaron de ser como estrellas en el cielo en la segunda guerra mundial.
Ud. sr. escritor siga guapo y lindo, enfermizo y bohemio, porque en las presentaciones habrá fotos y las portadas de las revistas literarias necesitan rostros hermosos, gente que REALmente parezca escritor.
caminando
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