5/06/2006

Abrace con ternura

Me enseñaste la ternura en tu abrazo nervioso una mañana de abril. Entonces supe que ahí estabas, no más inventos raros.
Luego besarte, así nomás con cierto cinismo. El desconcierto en tus labios cerrados con calma, no rechazaron, simplemente esperaron.
Ahora sonreímos y miramos cómo el tren pasa por la estación siguiente, como aquel viejo: "trenecito pequeñito, llévame muy suavecito, quiero conocer lugares que conozcas tú, tú, tuuuuuuú..." que cantaba el Duende Bubulín.
Te abrazo y a ti también, porque estoy aquí... niñ@.

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