10/11/2006

Luchadores

En la fiesta de San Jerónimo, la noche antes del mero día, obtuvimos en el juego de las canicas las alcancías de luchadores. La madrugada nos asaltó entre el baile, las cervezas y el inagotable humo de los amigos. Las máscaras eran de El Santo, Místico y este mío que ni sé quién es. No tienen aún monedas, pero ya son parte esencial de este camino, de estos compartires de humanidad, de este caminar y fluir y amar y entregarse y viajar y no detenerse más que a tomar el impulso necesario para no morir en el intento...

10/06/2006

ritmo


Yo quiero un ritmo
una cadencia del corazón.
No quiero calma
ni cantos
ni arrullo,
quiero un cocuyo
cerquita del pecho,
pegado completo
ahí donde guardo
(en secreto)
la calma de mi alma
en esta cajita
de ritmo perpetuo
que es armadura de mi pasión.

10/01/2006

Baluarte

Al despertar me desconcertó el sitio vacío a mi lado. No esperaba que te quedaras a desayunar, claro, pero por lo menos despedida, un beso, una señal. En la mesa de la sala, entre la ceniza y los envases de cerveza, una nota. Usaste la pluma que me robé. Nada en particular.A pedazos voy recordando las confesiones de la madrugada, los llantos, las tristezas y esa necesidad de volar y este no tener alas, este miedo a irse pero esa gran necesidad de no quedarse, esta cómoda calma y el grito a ratitos (cada vez más controlables) que desea salir.
Y al final, recibo un mensaje donde me informas que habrá una marcha, que la evasión fue deliciosa, pero sólo un momento para no pensar de más, un instante nomás.
Ha entrado la AFI a Oaxaca, comienzan nuevas batallas y ahora no hay baluartes, nadie conoce quién el bueno, quién el malo... sólo luchar, sólo el conflicto como eje para no sucumbir en la apatía.

9/23/2006

Ay ojón


Aquí no hay miradas. Nadie sigue mis pasos. Nadie me acompaña, pero como Nadie no ha llegado me quedo jugando con una canica y el ojo de Orso. Riéndome con cara de bobo, riéndome de mímismidad ensimismada, jugueteadora de letritas e historias que va robando por aquí y por allá.

9/17/2006

topes

Lo que puede hacer un tope.
Manejé durante más de 50 kilómetros por una autopista que concluyó con la consabida caseta de cobro. Posteriormente, una larga curva y tomar la siguiente ruta...Supe casi desde el principio que está vez era por la libre, que prefería pasar un mal rato y aglomeraciones que tener que pagar un peaje tan alto. Por eso fue que aumenté la velocidad, iba a más de cien en una carretera de dos carriles cuando de pronto, entre el frío y la bruma, apareció una señal.
Al principio creí que se trataría del aviso a la siguiente desviación, pero no. Fue sólo un tope. Tuve que bajar la velocidad, retomar el camino (ahora a una velocidad más cautelosa).
Sonriente sigo mi ruta, entreveo el destino y no me sorprenderán de nuevo topes, ni baches, a menos que distraiga la mirada.
El soundtrack de este nuevo tramo de carretera es incierto aún; pero pude almacenar bastantes MP3, así que motivos no faltarán para disfrutar del paisaje en este solitario tramo de carretera.

naturaleza muerta con niño en camion

Por lo menos a mí, me tocó una de esas infancias donde te hacías parte sustancial del trabajo de tus padres. Fuera jugando entre los muebles apilados en el taller de papá o atendiendo la tienda de mamá. Ir a comprar el mandado era quedarse un poco en "las maquinitas", cajones adaptados para jugar Atari por un peso, era jugar canicas rápido, quedarse con algo del cambio, era integrarte a la comunidad que te rodeaba.
Me gustaba esa nostalgia de esperar la hora de la comida entre los muebles, escuchando FM La Romántica, odiando a José José por asociarlo con el hambre y el aburrimiento. Me gustaba sentirme útil, me gusta sentirme excluído en algunos momentos, me gustaba, como a Pulgarcito, que me comiera el ogro (mis padres) y no los lobos... en fin.
Celebro a ese niño, me gusta que se confunda con aquello que le da de comer, pues eso somos a fin de cuentas.

9/15/2006

sirena del patio


En el patio
de la casa de mi madre
hay una sirena.
Ella canta de mañana
y me recibe con besos en la madrugada.
(cuando vengo de otros mares,
cuando nadie daría ni una mirada,
cuando todo parece disponerse sólo al amanecer)
La sirena
del patio
de la casa de mi madre
tiene rostros como un diccionario.
Su lengua apestosa recorre mi barbilla,
sus manos largas y delicadas recorren octosílavos
cuando respondo La Lloroncita.

9/14/2006

musica sobre el puente en Jalcomulco


tocar música en un puente colgante
echar mano del agua del río
ver de frente, tranquilamente, cómo se desgaja un cerro, como somos a veces un cerro a la izquierda...
yo aquí, espectante!

9/12/2006

enfrentamientos

TODAS las escuelas que conozco (primarias, secundarias, preescolares, guarderías) tienen "reja", con una cadena y un gran candado.

Ayer, cuando salí de contar historias, en el camión conocí a Laura Alejandra del Carmen, una chica de 16 años que tiene un bebé de 8 meses. Iba a trabajar cuidando niños para mantener a su hijo.

Hace años soñé que moría en una calle de X. Ahora trabajaré justamente sobre esa calle, en ese mismo espacio donde 6 años antes mis sueños predijeron mi final.

9/11/2006

ay dolor

llueve mucho. muchísimo. me ha dicho la tortuga que dijo al venado que esta mañana está más triste el sol. el dolor. a veces nos duele todo el cuerpo: doctor me duele acá (señalando con el índice), acá (se repite), acá (idem), acá (ibidem)... señor, tiene el dedo roto. a veces sentimos el dolor, simplemente lo sentimos, no podemos ubicar dónde, ni su intensidad, ni su fuente, pero lloramos sin parar esperando alguien se apiade y nos dé la cura...
Quisiera seguir escribiendo, pero debo volver a mi cuarto, dejé solas unas palabras y me ha pedido la tortuga, amiga del árbolito, que cuide mis palabras.

9/08/2006

En ester bar, hace algunos años, el tipo que hallé por casualidad hoy por la tarde me dijo la verdad mas profunda que conozco sobre las relaciones humanas. Me escuchó con una risa enmarcando su mueca y, luego de tres copas, habló.

Me sentaba en aquel bar, pedía un trago y esperaba verla pasar. Y a veces ella pasaba. A veces, sólo me daba la oportunidad de escribir y escribir...
Un día, la invité a casa. Se sentó en la silla que le había preparado, leyó el texto que le había escrito y lloró y la amé y ella y yo y un nosotros inexistente más acá, solo en papel.

Alguien dice ven. Alguien va. Alguien decide ir a otro lado. Alguien espera. Alguien dice hablaremos hoy por la noche. Alguien se va. Alguien espera. Alguien me ha dicho que esperar no tiene sentido, sobre todo cuando esperas a Alguien. Me he hartado de esperas y esperanzas, prefiero permitirme ser ese Alguien, simplemente.

Te vi hace unos días, tus ojos de venado, tu cara de muñeca. Transitabas entre los libros, mirabas algunas cosas, te reíste de mi pelo desordenado. Te burlaste a tu manera de mi cansancio. Pero dejaste un hueco iluminado cuando hablé de mi oficio. Con esa tu voz clara me regalaste la posibilidad abierta de compartir historias de chamacos... ya vendrán, con suerte, algunos días de sapos, besos, pulgas, lunas, sueños...

Ni lo preguntes, ya lo sabes, me gusta mirarte a los ojos, amanecer en esa tu casa enorme, mirando el cerro nevado, sentir cómo la lluvia golpea el tragaluz y el panadero pasa de madrugada con un silvato discreto. Recordaba esa tu obsesión por los sitios altos, como si de rampa para el vuelo se tratara, sonrío ahora, sabiendo que no importarán los años que vendrán, como no han importado los que fueron.

9/06/2006

El chico Guayaba en Dulce de postre

Asqueroso y repleto de viscocidad. El chico Guayaba en Dulce de postre me sorprendió junto a la risa de un duende de niebla.
Primero lo descubrí robando las miradas sólo porque su ojo coqueto miraba inestable hacia adelante y hacia un lado. Luego, se llenó de la purulencia necesaria para asquearnos. Quise, intententé, puse un poco de mi parte, pero no.
El chico Guayaba en Dulce de postre tuvo que convertirse en el chico Guayaba en Dulce de postre degustado, digerido, procesado, desechado.
De tal modo, que la monstruosidad de El chico Guayaba en Dulce de postre terminó justo en la Ruta de la Caca.

9/04/2006

El fuego

Los días pasan con la coherencia del discurso de un nonato.

El fuego es como un mar rojo que se abraza a sí mismo,
degustando sus secretos.

Mis ojos crean una mirada, mi mirada crea un espacio, mi espacio es sólo un imaginario, te imagino, te Re Creo y juego con tres objetos en el aire.

9/01/2006

Toqué una puerta.
Yo no llevaba gabardina, ni sobretodo, ni fumaba, ni soñaba con tabaquerías.
Volví a tocar la puerta.
Y la puerta se abrió.
Estuve seguro durante largos segundos.
Esa puerta, se abría exclusivamente para mí.
Abierta, deshecho el nudo secreto.
impávido ante aquella visión
sonrío
sin
saber
qué
debería
hacer.

8/28/2006

No debí tomar ese libro. Tenía 20 minutos libres en el centro de X. pude haber buscado un café y leer los que llevaba, pero no. Tomé el libro cuando vi el nombre de Quentin Blake. Lo tomé porque creí que era de fácil lectura, algo como para ver si luego lo usaba con los chicos.
El título era delicioso, la tristeza como tema en un relato infantil... sonaba bien. Apenas abrir la primera página y ver esa cara sonriente y la clara excusa de que "a la gente no le gustan las personas tristes, por eso es mejor reir aunque no se tengan ganas". Me atrapó dolorosamente.
Luego su gato, como mi gato que ya no es mío y no sé de quién pueda ser.. y luego las velas, luego las cosas malas, luego, luego luego luego
luego hablamos, tengo muchas ganas de llorar y llorar, sólo por eso, porque no tengo hijo, porque ese hijo que no tengo no está muerto, porque no tengo más que dos manos y dos pies y a veces una cabeza, por eso nomás, les presento a Chori y le lloro, y le lloro para no llorarle a alguien a quien le podría llorar en el regazo.

8/25/2006

es o nuez?

Lo que es, es.
Lo que no, pues nuez.
Partamos de este chiste bobo para reflexionar.
Este hombre, a la salida de un balneario público en Hidalgo (se los juro, un balneario PUBLICO en México!!) vendía sus nueces. La verdad no eran lo mejor de la cocecha, pero el precio sí, altisímo para la mediana calidad del producto.
Sin emabargo, es un anciano cuyo único ingreso es, seguramente, la venta, a precios elevadísimos, de productos de la temporada.
Le compré nueces, y sí eran.
Me pregunto por que hay balnearios públicos, por qué hoy los niños son los reyes del hogar (dictadores de sus padres) y los ancianos un estorbo en la sociedad.. es, no, no nuez.

8/24/2006

pantomima de manos

Una pequeña mano circula por la reja de un bus. Araña perdida entre sus propias redes, expectante.
Otra, cercana, trata de asirla. Al principio no se deja, lo permite a medias. Juegan.
Pasiones y entregas. Entregas quincenales cual revista del corazón.
Mano a mano, verdugo o cómnplice... jugamos con nuestras manos, ese juego de las pasiones.
Cuando conocí la pantomima de manos noté que el tema siempre termina por ser el mismo, lo Otro, la búsqueda de complementaridad.
Un titiritero usa sus dos manos para crear una historia, danza de manos, juego casi abstracto con una que otra referencia, pues la mano significa.
Pero tenemos dos manos, pero ambas son y no lo mismo, pero... venga pues, representación del ideal platónico del complemento, benditos milenios de occidente que, dicen, poco a poco caerán.

8/18/2006

libros y acrobacia

Al final de la clase, generalmente, los chicos toman los libros. A veces jugamos algo sencillo, otras no despegan sus miradas de los libros, aisalados en pequeños grupos, uno lee y los demás interactúan y juegan con el narrador. Esta ocasión fue diferente, me preguntaron si opodia pararme de cabeza, de manos, caminar y un simple sí bastó para que comenzara el juego. Al igual que las acrobacias, los libros te mueven la cabeza, te dejan ir sin protecciones al posible suelo o la grandilocuencia de un "lo conseguí" y a abrir el siguiente libro.

8/13/2006

Cinemas Variedades 1 y 2

Durante muchos años, los cines Variedades 1 y Variedades 2 se conviertieron en refugio de adolescentes. El Variedades 1 proyectaba películas musicales, como El Ataque de las chicas Cocodrilo de Hombres G o caricaturas algo pasadas de moda como Mazinger Z o Cati La oruga.Mientras el Variedades 2 se especializó, al igual que el Cine Radio, en "cine erótico". Sin embargo, dentro del Variedades 2, oculto bajo el 1, cuyo acceso necesitaba de bajar casi una centena de escalones, ocurría algo sin precedentes en Ciudad X. se creaba la primera comunidad gay de la pequeña ciudad de montaña.
Mi tía trabajó ahí casi 5 años, como encargada de la duclería. Ella contaba con alegría como se celebraban cumpleaños, a manera de quince años, en los pasillos del cine. Todas las locas de la ciudad tenían ya un espacio. Mientras centenares de vouyeristas llegaban a poner sobre sus muslos un sueter y deleitarse con la función o, quizá, la "buena charla" de algún conocido de paso.
Ahora toda esa historia es escombro. Luego que las enormes salas de cine del país fueran auto vendidas a los Salinas, algunas convertidas en Elektras y otras reducidas a escombros.
Cuando pregunté qué harían con ese espacio mi padre mencionó que un estacionamiento, algo necesario entre el atascadero de coches que se hace en la pequeña X.

8/10/2006

Monstruos caseros

Cuando los monstruos salen de sus reservaciones y llenan las calles sucias de la Ciudad del Sol, parece que un espíritu nuevo renacerá... Los transeuntes se detienen sonrientes, dejan a un lado el sudor de los 35 grados a la sombra para mirar al Fariseo que danza, encapuchado. Sin embargo, sólo es el extrañamiento ante el fenómeno de cada año, ningún interés ni acercamiento real.
Los habitantes de la Ciudad del Sol no sonríen, con sus rostros casi pétreos enpolvados de desierto, dejan una moneda y siguen su camino. Los Yaquis, esa representación del Otro, del Monstruo, no son los habitantes de la Ciudad del Sol, aunque su otrora río les perteneciera.
Los Yaquis son un monstruo, extranjeros de su propia tierra, durante la semana santa salen disfrazados a danzar; según su tradición no trabajan, se entregan a la alagarabía.Esa Ciudad del Sol y su centro inexistente son testigos, mas no participantes, de un rito milenario, sin raíz que recordar, pero pegado a la piel y el sentir de un pueblo desplazado de su tierra en su propia tierra.
Así somos los monstruos, seres que coexisten con el resto, que interactúan, pero no terminar por formar parte. Extranjeros hasta de nosotros mismos. Sonrientes vagabundos de un mundo que jamás nos pertenecerá, creadores de mundos particulares que, con suerte, un día seran mundos para más de dos (cabría decir "familia"?).

8/08/2006


Las profesías de los Señores Viejos de Cholula, dictan: "Vendrán monstruos en cuatro patas a imponer la rosa que marca los cuatro vientos, ese será el fiel que dictará el fin de la era, pero al romperse como por rayo de sol la rosa de los monstruos renacerá nuestro señorío".
Hace menos de dos meses, la Cruz Jesuita que dominaba con gallardía y vanagloria las extensiones del terreno de la ahora llamada San Pedro Cholula se quebró y todo el templo ha sufrido deterioros rápidos e inverosímiles. Los habitantes de los poblados circunvecinos han comenzado una millonaria restauración del templo que actualmente sepulta las 4 eras, las cuatro "pirámides" que yacen bajo este templo católico.
Lo cierto es que el poderío ideológico entre la población ha disminuido, las fiestas diarias llenas de cohetes, arcos de flor natural, músicos y los santos en perpetuas peregrinaciones va decayendo, lo mismo que las viejas costumbres de la iglesia católica. Sin embargo, prevalece el poderío económico de las universidades que usan en la actualidad los terrenos cholutlecas para tener uno de sus campus, centros de estudios vinculados directamente a la ultra derecha del catolicismo.
Ciertas o no las profesías de los Señores Viejos, la cruz principal, que en su parte baja tiene grabado el número de la bestia parece haber ya roto su corazón a la espera de la siguente era, con la misma sumición con que fueron cortadas las cabezas de los antiguos cholutlecas.

8/07/2006

llanto de cerro

Un barco de papel.
Un barco de papel en el aguacero de un pueblo enclavado en las faldas del Pico de Orizaba.
Sólo un barquito, risas de cinco niños, el asombro de otro y los cerros de testigos.
Los barquitos de papel navegan entre las lágrimas de un rey joven, un rey enamorado. Pero aquel rey no era más que un cerro enamorado de la montaña que veía frente a él diariamente. La imposibilidad de este amor, hace que en Chocaman la lluvia haga el deleite de los barquitos de papel.
Cuentan que en ellos, el principe llorón manda mensajes a su amada e imposible montaña.

7/27/2006

místico

El ídolo fue bapuleado por Tarzan Boy, permitió que le tundiera de principio a fin de los 12 minutos que duró "la lucha". Dejó que lo golpera, le razgara la máscara, le sangrara la frente, dejó que el rudo lo hiciera pedazos para que la porra ruda se deleitara y el público vertiera toda su compasión sobre el héroe.
Y de pronto...
en un arrebato...
Místico sacó adelante la batalla, con dos o tres volteretas dejó ters segundos espaladas planas a asu rival y se llevó el trofeo de La Arena Puebla.
Aquí vemos cómo el referi lo pone como en bandeja de plata ante el cariño de la gente, Houellebecq, el gran cínico francés, sabe el amor que nace cuando se arriesga un ser ante el público.
Místico y yo, sabemos que la sangre, los golpes, no son nada en comparación a estos momentos.

7/11/2006

Los silencios que ahora pueblan los días son reflejo simple de que todo se va cayendo, destruyes y tras de ti no hay más que ruinas. Pero no te detienes a mirar atrás.
Las hormigas no pueden mirar atrás, sólo hacia adelante.
Las hormigas no sonríen.

7/06/2006

flores moradas en la banqueta

Flores moradas que en ciertas etapas del año suelen tapizar las banquetas.Como una alfombra azul casi morada, como un camino resbaloso de peligros, como un cohete lanzado a la órbita mundana de nuestros pies.
Calladas, las flores, observan nuestras pisadas cotidianas, sospechando que un día cualquiera esa fascinanción acabará con su corporeidad. Simple.
Cuando esas etapas del año llegan, las flores moradas terminan hechas papilla, machacadas contra el cemento de las banquetas.

6/21/2006

Jugar con la piñata

Jugar, juego, juguetes... la infancia y esta imposibilidad de volver. Quién se atreve a ver el mundo en calma de nuevo? Quién ama como nuevo, nuevamente? Llenos de ausencias, achaques y dolores en la memoria, la tela del ser se va poblando de agujeros. Y, a veces, nos gusta jugar como adultos.
A qué juegan papá y mamá?
A qué juega sr. burócrata?
A qué juega srita. de medias y tacones?
A dónde nuestra necesidad de reír y descubrirnos?
Las piñatas representaron al mal en las Posadas. Los españoles nos las trajeron para crear símbolos que pudieran hacer comprensible la moral católica de la época. Y ahora jugamos con el mal, jugamos a apalear una piñata para divertirnos, para tener qué hacer en mitad de una fiesta de aniversario.
Y bueno, por qué tendría que ser un ejercicio único de los chicos... claro ejemplo de ello: la piñata de teibolera.
Cuando cumpla años en Hermosillo, iré a comprar esta piñata y la romperemos para aventarnos por los preservativos, por los boletos del privado, por esos juegos que divierten a los adultos; juegos de adultos, juegos simples, juegos de críos crecidos, pero al fin juegos.

6/19/2006

De Baricco


De noche. Posada Almayer. Habitación del primer piso, al fondo del pasillo. Escritorio, lámpara de petróleo, silencio. Una bata gris con Bartleboom denro. Dos zapatillas grises con sus pies dentro. Hoja blanca sobre el escritorio, pluma y tintero. Bartleboom escribe. Escribe.

Mi adorada:
Ya he llegado al mar. Os ahorro las fatigasd y miserias del viaje: lo que cuenta es que ahora estoy aquí. La posada es acogedora: sencilla pero acogedora. Está en la cima de una pequeña colina, justo delante de la playa. Por la noche se levanta la marea y casi llega hasta debajo de mi ventana. Es como estar en un barco. Os gustaría.
Yo jamás he estado en un barco.
Mañana empezaré mis estudios. El sitio me parece ideal. No se me oculta la dificultad de la empresa, pero vos sabéis –vos únicamente en el mundo–lo decidido que estoy a llevar a cabola obra que tuve la ambición de concebir y emprender en un feliz día de hace doce años. Me serviría de consuelo imaginaros con salud y con alegría de espíritu.
En efecto, nunca lo había pensado antes, pero la verdad es que jamás he estado en un barco.
En la soledad de este lugar apartado del mundo, me acompaña la certeza de que no queréis, en la lejanía, abandonar el recuerdo de quien os ama y siemnpre será vuestro.
Ismael A. Ismael Bartleboom

Deja la pluma, dobla la hoja, la mete en un sobre. Se levanta, coge de su baúl una caja de caoba, levanta la tapa, deja caer la carta en su interior, abierta y sin señas. En la caja hay centenares de sobre iguales. Abiertos y sin señas.
Bartleboom tiene treinta y ocho años. Él cree que en alguna parte, por el mundo, encontrará algún día a una mujer que, desde siempre es SU mujer. De vez en cuando lamenta que el destino se obstine en hacerle esperar con obstinación tan descortés, pero con el tiempo ha aprendido a pensar en el asunto con gran serenidad. Casi cada día, desde hace ya años, toma la pluma y le escribe. No tiene nombre y no tiene señas para poner en los sobrers, pero tiene una vida que contar. y ?a quién sino a ella? Él cree que cuando se encuentren será hermoso depositar en su regazo una caja de caoba repleta de cartas y decirle
–Te esperaba.
Ella abrirá la caja y lentamente, cuando quiera, leerá las cartas una a una y retrocediendo por un kilométrico hilo de tinta azul recobrará los años –los días, los instantes– que ese hombre, incluso antes de conocerla, ya le había regalado. O tal vez, más sencillamente, volcará la caja y, atónita ante aquella divertida nevada de cartas, sonreirea diciéndole a ese hombre
– Tú estás loco.
Y lo amará para siempre.

Alessandro Baricco: "Océano mar". Edit. Anagrama.

melancolias

La simetría de una sonrisa, en los pixeles avidoz de curvaturas y colores, contrasta delicado con el cuadro directo de la soledad: el gran desenfado de la vecindad, del tiempo que pasa capa tras capa de cal y cemento. Ingravidez, risas, delirio y risas, cada vez más radicales, profundas. Y uno cargando la nostalgia del futuro, de los sueños de la noche anterior, inalcanzables, incabados...

6/11/2006

de cierto salto

de cierto salto salí zumbando hasta el azul sondeante de sus sonrisas

6/05/2006

mi casa



Clavas tiradas.

Un gancho a la entrada

Vestuario de grillo raro

Una silla rota, viejo, muy vieja

La jerga en la entrada, época de lluvias

Y el sol que alumbra mi puerta día a día

6/03/2006

Alado de su vuelto


Ya sabes que me gustan los cuentos de críos y andar en casa sin camisa.

Ya sabes que no me gusta cuando no escuchas, eso bien que lo sabes.
Tambièn sabes que los lunes voy a las luchas y los sábados al balcón de Lupe a mirar cómo pasan los gatos.
Sabes que estoy ahora mismo esperando que julio abra la puerta de mi casa para que entre el aguacero.
Si ya sabes todo eso, entonces ¿por qué carajo no !"·$%·$%&/()!"·$%&/()"·$%&/()=/&&%$&$&!"/("()"&"$" hoy por la mañana?
Del libro HISTORIAS DE UNA TARDE DE JUNIO. Libro hecho mano por 77 Editores.
Si quieres un ejemplar de este libro envía un mail aquí

6/02/2006

Taller con 5inkeros

Sus tatuajes no son muestra de bandalismo extremo, el juego de las uñas pintadas es eso: mero juego. Aquí, disfrutando de El Pirata Barbanegra, uno de los presos del país de nunca jamás.
¿Para qué crecer?








Leer a Chaly y lola no tiene nada mala, mucho menos si se es rockero, si se tienen tatuajes o el pelo muy largo. disfrutar de los cuentos es una forma de disfrutar la vida.

Vía Verdadera


juguemos a la palabras tú dirás una sólo una simple la más simple que recuerdes algo como dulzura alegría sol amanecer amarillo sutileza s sinsentido yo por mi parte la guardaré en la caja pequeña de dentro de la caja del pecho ahí se quedará el tiempo necesario para que esa palabra madure cuando su olor invada mi pecho
cuerpo y la gente comience a notarlo entonces justo en ese momento comenzará a surgir un pequeño ser desértico que vivirá el tiempo necesario para echar adelante un sueño una historia de cuento que luego comenzará a morir y nuevamente una
palabra hará que nazca otra cosa y así hasta que el cadáver polvo de mi cuerpo no tenga más que una risa eterna sin aliento ni olor alguno