Un domingo con Don Goyo
Mart�n Corona
Santiago Xalitzintla, Puebla. 23/02/03. A la una de la tarde con ocho minutos, el Popocat�tl exhal� un gigante de humo. Minutos m�s tarde, el cielo limpio se oscurec�a y en el poblado de Santiago Xalitzintla comenzaba a percibirse la ceniza. �Lo bueno es que no tron�, ni tembl�, dicen dos j�venes que venden comida junto al parque central.
�Desde anoche llegaron, pero ah�st�n nom�s�, comenta un poblador acerca de los nueve camiones, el cami�n de soldados y las dos pick up de protecci�n civil. Nadie quiso hablar sobre su funci�n ah�, los nueve camiones permanecieron cerrados, los soldados vigilaban y dos hombres en una pick up se deslindaban: �nosotros no sabemos nada, nos mandaron de Cholula a ver c�mo iba la situaci�n�. Al parecer, en caso de desastre ser�a lo mismo: evadir su responsabilidad.
Y retiemble don Goyo
�Ayer que andaba en el monte haciendo escoba, se sinti� c�mo se siembrea (sic) la tierra, pero no pasa nada�, dice confiado Mat�as, un poblador de Xalitzintla que se dedica a hacer y vender escobas de ra�z. Con ese oficio, heredado de su pare, mantiene a sus cuatro hijos, claro que el mayor de 17 a�os le ayuda un poco, �lo bueno es que est� ac� en el Pueblo, porque luego se van y ya ni se acuerdan de uno�.
Ni �l ni su familia piensan evacuar la zona, a menos que haya mucho peligro, sus argumentos son simples: �Yo pienso que cuando pase algo hasta ni nos vamos a dar cuenta�.
El riesgo que sienten en este momento es que �Ahorita puede arrojar piedra, es la �nica cosa, otra cosa no�. Sin embargo, Mat�as es consciente del da�o que causa Don Goyo, como le llama cuando no le dice el volc�n: �el rededor es el que se quema, porque alcanz� la zacatera, ya no lleg� m�s abajo, porque como el aire sube y si bajara estar�a peligroso�.
Pese a estos �sustos�, Mat�as nos dice que al tiempero don Goyo le habla: �dice no se vayan, la vez pasada que se fueron qued� el pueblo casi solo. No se vayan, no va a pasar nada, pero no me dejen solo. Don Goyo no quiere que se vayan�.
Los andares de Goyo
�Esta vez fue m�s fuerte, el ruidazo bien duro que hace. S� es m�s fuerte�. Nos dice un anciano de Xalitzintla, con su camisa de manta y pantalones cay�ndose. Entre la borrachera que lleva encima al medio d�a del domingo, cuenta: �Ayer hizo la semana que comenz� de nuevo�.
Dos aspectos resaltan. El anciano habla de comentarios, de cosas que se dicen �hay cosa que provocan que esto pase. Dicen que Salinas de Gortari le vendi� a Jap�n el volc�n. Y yo s� creo porque hay mucha gente all� arriba. Claro que son puros comentarios. Que lo vendi� el canijo ese. Yo o� el comentario que Jap�n ha provocado a volc�n, pero volc�n tambi�n poderoso. Y el volc�n tambi�n le ha hecho maldades a Jap�n�. Concluye el anciano. Cuando le preguntamos sobre Jap�n cambia el tema.
�Dicen que ah� anda Don Goyo. Rumbo a Cuautla, lleg� Don Goyo a un restauran y nunca que le hac�an caso. Ya viejito con la ropa rota les daba asco. Y las muchachas que atend�an no le hac�an caso, pero a una se le hizo f�cil. Qu� va a querer de comer. �l le dijo: Mira hija, voy a comer de todo, soy Gregorio Chico, si me vas a dar de comer, me voy a comer todo lo que tengas en la cazuelas y no me va a alcanzar. Ella le comenz� a servir, y de una comida pasaba a otra, as� un mont�n de comida. Hace cuanto que no come ust�, le pregunt� la muchacha, la verdad es que no he comido en muchos a�os�.
Arrastrando las palabras, el anciano cuenta que el final de la historia es que Don Goyo le dio mucho dinero a la muchacha que loa tendi�: �Este dinero que te doy es para que pongas tu restauran, y cada que venga yo me vas a dar de comer. Y le dio mucho dinero, le dijo en qu� parte poner el restauran, y todas las dem�s muchachas pensaron que mejor le hubieran hecho caso al viejo. Y dicen que s�, que iba a comer all�. �Se imagina cu�nto dinero le dio?�
La volcana
La gente de Santigo Xalitzintla no le teme a Don Goyo, sino a la Volcana, Rosa. �La volcana Rosa es peligrosa. Es que est� durmiendo, est� acostada, all� donde est�n las nubes est� su velo, es lo blanco, tiene su velito, est� pa arriba, ta tapada con su velo.
El d�a que se despierte ser�a el fin, para rematar todo�. Nos dice Mat�as. �Por eso le dicen la mujer dormida. Es m�s peligrosa, porque est� durmiendo, no tiene respiraci�n, entonces a la hora en que se despierte va a ser algo grave. Goyo tiene la boca muy grande, no s� c�mo aguanta tanta fuerza que avienta, c�mo no se parte�. Lo sabe porque ha escuchado, sentido y vivido todo el tiempo junto a �l.
El tiempero
El tiempero es un hombre predestinado a llevar una relaci�n cercana con el volc�n. Elegido por un rayo, por volver a la vida de la muerte o por herencia, los tiemperos a�o con a�o realizan ritos a don Goyo �Le Vamos a pedir agua hasta all�.
La gente de Santiago conf�a en Antonio Analco, quien recibi� este don en sue�os desde antes de los 8 a�os, ��l sabe, �l habla con el volc�n y qui�n sabe qu� le comenta, eso cuando le llevan mole y un guajolote vivo y all� lo matan. �l es de verdad, su pap� fue tiempero, ya era un viejito y ese muchacho que qued�, a lo mejor ya ven�a destinado a ser tiempero, como fue su pap�, tiempero, cada que van a buscarlo llevan harta comida, y all� la dejan. Le llevan ropa, de todo�. Seg�n lo dicen los pobladores.
El 12 de marzo se realiza la ceremonia, viene �harta gente de fuera, de Puebla de muchas parte, vienen para la ofrenda a don Goyo, el problema es que est� muy parado para ir, como es caminando. Y la volcana es m�s plano. Se hace uno 3 � 4 caminando hasta el sitio donde hacen la ceremonia, trayendo carro nom�s hay que caminar como 2 horas. Pero hay que caminar cargando todo: el agua, la comida, porque en el volc�n no hay agua, en la volcana s� hay harta agua�.
Antonio Analco, tiempero
Gu�ados por Mat�as llegamos a la casa del tiempero, en la parte de arriba del pueblo, a unas 6 calles del centro de Xalitzintla. Inicialmente le pedimos hablar sobre don Goyo, ��Para qu�?� Fue su respuesta r�pida y cortante. �Ahorita estamos ocupados�, dijo regresando a la casa donde estaba haciendo faena.
Sin embargo, con algunas palabras lo hicimos volver a explicarnos el por qu� de su negativa �Ya no se puede decir nada, porque luego la hacen re grande, como ahorita hago lo que hago y no ando con nadie. Ya voy solo, pero nadie me ayuda. Yo les doy la mano, pero pues nada, ahora falta poco para que vaya, yo nunca le fallo y voy. Y luego la gente viene y ni siquiera me ayudan para cuando hago la ceremonia, nom�s en carro, en m�sica me llevo buena lana y no quieren ayudar. Por eso ya ni quiere uno dar�.
Con un sombrero que le subre el rostro moreno y apenas permite salir a sus largos cabellos lacios, el tiempero de Xalitzintla nos explica su molestia, �ellos vienen graban y toman sus fotos y ni siquiera que dijeran ah� le dejo para el refresco, pero luego ni las gracias y cuando los queremos buscar pues no sabemos d�nde. De en balde que estudian, si no ayudan. Total yo voy por mi gusto�.
Ante nuestro ofrecimiento de una ayuda para acompa�arlo en pr�ximas fechas, de inmediato responde: �Yo nunca digo la tarifa es tanto�.
Luego de estas palabras don Antonio se vuelve a meter a su casa, pero antes, al preguntarle sobre don Goyo dice: �ac� estamos bien, no pasa a mayores, no�.
Sin embargo, las dos j�venes que venden comida junto al parque central dicen preocupadas respecto de la calma que pide el tiempero: �pues qui�n sabe si de verdad ese se�or sepa...�
Xalitzintla: �preparado?
Los nueve camiones de pasajeros que rodean el parque siguen cerrados. Los hombres con radios evaden hablar con la prensa. El tizne de la fumarola comienza a caer sobre el pueblo, arden los ojos, se siente en la garganta la contaminaci�n.
�Los soldados no saben nada, a veces hacen una semana o quince d�as y los van cambiando, ellos platican a su manera. Para eso s�lo la comunidad, la gente�. Ha dicho el tiempero sobre los encargados de apoyar en caso de desastre.
Pues �los soldados ah�st�n, pero no hacen nada�, dijo el anciano. Y los propios soldados dicen: �ah� est�n los encargados, hable con ellos, ellos le pueden dar bien la informaci�n�.
Entre el silencio de autoridades y la calma con que la gente ve las fumarolas y resiente al volc�n, dejamos a Santigo Xalitzintla viviendo bajo las fumarolas de don Goyo.
2/28/2003
2/22/2003
Enferm�rides*
Mart�n Corona
���P�sele a la eternidad����
�Clon? (Del gr. κλών, reto�o).
1. m. Biol. Conjunto de c�lulas u organismos gen�ticamente id�nticos, originado por reproducci�n asexual a partir de una �nica c�lula u organismo o por divisi�n artificial de estados embrionarios iniciales.
2. m. Biol. Conjunto de fragmentos id�nticos de �cido desoxirribonucleico obtenidos a partir de una misma secuencia original.
A finales del a�o pasado la noticia estruj� al mundo: Una ni�a humana clonada. Nadie logr� comprobarlo, pero cabe la certeza de qui�nes lanzaron la �noticia? Los Raelianos.
Rael, cuenta �l mismo, fue raptado por extraterrestes, quienes fueron los creadores de los humanos. A �l le confiaron secretos importantes sobre la humanidad. A �l le regalaron la sabidur�a para comenzar la nueva �poca. A �l le hicieron un clon y luego lo destruyeron en sus narices (�acaso no dejaron en la tierra al clon de Rael?).
Rael cre� su primera secta que fracas�. Actualmente es el l�der de los raelianos, quienes tienen fuerte$$$ seguidores en M�xico. Sin embargo, no se consideran una religi�n, sino cient�ficos.
Y es bajo la idea de su �ciencia� que venden la vida eterna, pero no sue�os del alma, sino la real y verdadera vida eterna, seg�n ellos, con base en los avances cient�ficos.
Usted, si tuviera miles de millones de d�lares, podr�a aspirar a vivir eternamente como lo proponen los Realianos.
Receta de la inmortalidad
(seg�n Rael)
Se pone a un humano a clonar. Ya que est� bien clonado, se vac�a su cerebro en una computadora, en un disco duro, por ejemplo. Hecho lo anterior, deje que el humano muera en su curso normal de vida. A su muerte, vaci� los pensamientos, recuerdos y dem�s que han sido colocados en el disco duro, en la mente de su clon. Repita la operaci�n cuantas veces sea necesario para alcanzar la eternidad.
Claro que nadie habla de �alma�, ni de c�mo se lograr� pasar la mente en bytes o alguna otra medida de informaci�n. As� que no se preocupe, siga haciendo sus donaciones multimillonarias para la causa raeliana, por lo menos guardar�n c�lulas suyas para clonarlas en el futuro.
Y pensar que todo esto comenz� con una oveja llamada Dolly, un d�a como hoy de 1997.
Y pensar que la oveja fue sacrificada porque present� mutaciones graves en su desarrollo. El futuro no espera.
* Las Enferm�rides son textos diarios que se publican en Diario Az de Xalapa, Veracruz.
2/18/2003
PON TU VIDA EN BLOG
Comenc� mi blog hace m�s de 30 a�os, cuando sent�a que lograr�a ser el artista que cambiar�a al mundo. Recuerdo que �ramos acaso unas 300 personas inmiscuidas; pero cre�amos que el mundo era nuestro, que la red era nuestra, que sin nosotros el arte por la red dejar�a de fluir. Algunos seguimos en esto, pero sabemos que la batalla es� perdida.
Es horrible buscarse entre los miles de sitios, saber que finalmente lo que anta�o fueron grupos se volvieron cada vez m�s individualidades, hasta que los vimos auto erigirse como magnos creadores de s� mismos. La red se volvi� el vaciadero de nuestros deseos y frustraciones. Conoc� a muchos que creaban sitios con noticias falsas para hacerlas circular, entonces uno pod�a percibir que en la red los creadores con m�s visitas y sitios eran soberanos desconocidos. Mientras tanto, luego de la alienaci�n que vivimos, las generaciones siguientes tuvieron una repulsa sintom�tica a la virtualidad, de tal modo que cuando ellos eran adultos nosotros permanecimos como ni�os creyendo en fantasmas.
Comenc� mi blog hace m�s de 30 a�os, cuando sent�a que lograr�a ser el artista que cambiar�a al mundo. Recuerdo que �ramos acaso unas 300 personas inmiscuidas; pero cre�amos que el mundo era nuestro, que la red era nuestra, que sin nosotros el arte por la red dejar�a de fluir. Algunos seguimos en esto, pero sabemos que la batalla es� perdida.
Es horrible buscarse entre los miles de sitios, saber que finalmente lo que anta�o fueron grupos se volvieron cada vez m�s individualidades, hasta que los vimos auto erigirse como magnos creadores de s� mismos. La red se volvi� el vaciadero de nuestros deseos y frustraciones. Conoc� a muchos que creaban sitios con noticias falsas para hacerlas circular, entonces uno pod�a percibir que en la red los creadores con m�s visitas y sitios eran soberanos desconocidos. Mientras tanto, luego de la alienaci�n que vivimos, las generaciones siguientes tuvieron una repulsa sintom�tica a la virtualidad, de tal modo que cuando ellos eran adultos nosotros permanecimos como ni�os creyendo en fantasmas.
2/15/2003
Siete Contra la guerra: s�bado de manifestaci�n Poblana
Mart�n Corona
I
Una ni�a de cuatro a�os, frente a la catedral, pregunta a su mam� por los gritos y el barullo que rodea al z�calo poblano minutos antes de las siete de la noche:
� �Por qu� hacen eso esos se�ores, mam�?
� Porque no quieren la guerra.
� �Y por qu� no quieren la guerra?
� Porque mueren muchos ni�os de muchos pa�ses.
� �Y a m� tambi�n me van a matar?
....
II
Despu�s de las 6 de la tarde. Reunidas cientos de personas en el z�calo poblano, se escucha una invitaci�n a hacer una marcha. La gente se divide y los combativos contra la guerra toman la calle frente al Ayuntamiento y caminan dando vueltas al parque.
Se escuchan las enmiendas contra la guerra. La marcha se divide claramente en tres grupos: los de adelante que cargando bambalinas y gritando dan fuerza al contingente, los t�midos alumnos de la Ibero, la UDLA y la UAP que siguen a la marcha y, haciendo un peque�o contingente aparte, los perredistas y zapatistas.
Mientras la marcha da un par de vueltas al parque, un tipo con una m�scara de George Bush, con una cruz Su�stica colgada del cuello y un cohete de cart�n en las manos, se para a la entrada del Mac Donals. Comienza a modelar para dos c�maras, la de una amiga suya y otra c�mara an�nima.
Eso genera muy buen humor, mientras la orquesta de cumbia que el Ayuntamiento poblano instal� en el parque central comienza a tocar. La marcha ocurre en completo orden, la cumbia atruena, hay risas, caos...
III
Desde las 10 de la ma�ana un peque�o grupo de gente estuvo realizando diversas actividades, dando por terminado su mitin a las 5 pm. Durante ese tiempo hubo teatro, danza, m�sica, claro est�, cerraron con trova de oro, la gente casi con l�grimas en los ojos entonaba el himno que hiciera famoso hace m�s de 20 a�os Mercedes Sosa: S�lo le pido a Dios.
La trova movi� profundamente los corazones de los gringos turistas que estaban ah�, lo mismo de los hippies del palacio de hierro, de los adolescentes skatos que chemo en mano gritaban �Por la paz, por la paz�, asustando a la gente. No faltaron los maestros de humanidades, los alumnos, los adolescentes de boinas, rastas, camisetas del che, gorras con una hoja de marihuana...
Junto a la fuente, en una peque�a mesa, velas y flores que unos pocos asistentes tomaron y elevaron al cielo mientras coreaban la m�sica de protesta. ��Desde cu�ndo Coyoac�n se pas� al centro de Puebla?�, pregunt� alguien.
IV
Junto a la Fuente, erguido sobre el breve pedestal, con su pelo cano y su bigote tupido: Guillermo Brice�o �ese gran rocanrolero� convertido a poeta. La gente le toma fotos, se toma fotos con �l, algunos se acercan y conversan. Pero llega su turno al micr�fono y hace gala de sus mejores versos (cuya relaci�n con el evento es completamente metaf�rica): �Yo tambi�n vengo del vidrio molido, como la muerte y sus tripas santas.
No hay poder humano que me una. Traigan ustedes sus escobas, sus bolsas de basura, sus frascos de veneno, sus bocas, yo tambi�n traer� lo m�o; me pondr� taniperla y aguatinta. Sacar� mi coraz�n al sol para que el polvo de mi luz te parta el alma y tengas piedad de m� tambi�n, vida d�jame en paz�.
V
Pero ni Brice�o, ni los zapatistas, ni los perredistas llegaron temprano. Luego de la comida, de un breve descanso, cuando el sol ya hab�a amainado, se hicieron presentes.
Antes que todos, unos veinte individuos organizaron actividades diversas: �somos un grupo de amigos que la semana pasada est�bamos platicando sobre esto, sobre las guerras genocidas que est� haciendo Estados Unidos; por eso la semana pasada nos decidimos a hacer un evento aqu� en Puebla, para decir no a la guerra en Irak. Estados Unidos emplaz� al mundo para decirle que si no est�n con ellos est�n contra de ellos por lo que creemos que hay m�s posiciones que eso. La idea fue hacer una manifestaci�n, la cual fue muy peque�a: unas 20 personas tal vez. Nos apoyaron aqu� varios compa�eros que tocan el viol�n y la guitarra, muchos voluntarios y voces se han sumado a esto. �Qu� sigue? No s�. No tenemos un movimiento organizado, somos una voz que dice no, pero creo que aqu� se nota que hay mucha gente que quiere decir no a la guerra y depende de todos nosotros decidir qu� sigue�.
A las 10 de la ma�ana el centro poblano ten�a cerrados los negocios de pirater�a, el �pitazo� de una redada, mientras el Sindicato de Telefonistas hac�a su manifestaci�n. �Nosotros nada m�s citamos a marchar en el gallito y luego al mit�n, mucha gente ha estado llegando y se nos ha acercado gente sugiri�ndonos m�s difusi�n. Creo que otro grupo cit� a las 5, que son quienes est�n llegando, no hubo una convocatoria para todos, pero creo que no fue necesario, aqu� ca�mos�.
Gente que va de los 17 a los 40 a�os, incluyendo un grupito de ni�as de 5 a�os vestidas de blanco, fueron quienes comenzaron la labor de este mitin. �No podemos decir que pertenecemos a una disciplina ni nada de eso, porque hay gente que particip� con teatro, m�sica, algunos bi�logos�.
La chica que nos da la informaci�n prefiere permanecer en el anonimato, su piel morena y lastimada por el sol y sus ropas sencillas nos hablan de que puede llamarse de cualquier manera, ella en s� es an�nima.
VI
El acad�mico Julio Glogner del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la UAP se ve�a rodeado de los camaradas, los amigos, los alumnos. �Qu� solicitado andas hoy Juli�. Abrazado de Brice�o toma el micr�fono y deja al roquero poeta conmover al personal. �Venimos gente de de la Ibero, del Prometeo, de la Buap, de la UDLA. Gente de comunicaci�n y de todas las carreras�.
Citados a partir de las cinco de la tarde, los acompa�antes del rubio maestro llevan a peque�os en carreolas, ropa de marca, piercings bien desinfectados, colores de pelo estrafalarios y estilos punks o rastas de sal�n de belleza.
�Simplemente somos profesores y estudiantes que convocamos a traer flores y veladoras para sumarnos a la preocupaci�n mundial que hay por la salvajada que pretende George Bush; ya que no es s�lo un problema de Estados Unidos, pues los pa�ses que tienen armamento nuclear como Corea del Norte, pueden hacer algo terrible. El ataque a Irak puede desatar un conflicto de dimensiones insospechadas las que pagar�amos tr�gicamente con la vida todo el mundo. Creo que nos debemos preocupar ya no como individuos, sino como especie, porque un conflicto nuclear nos desaparece como especie�.
Pese a que M�xico, y Puebla menos, se caracterizan por tener gran conciencia sobre asuntos internacionales, las 400 personas reunidas recordaban las magnitudes mundiales de esta preocupaci�n: �es m�s profunda en los pa�ses que han sufrido una guerra. Supe hace rato que se reuni� un mill�n de personas en Italia, en Alemania supongo que ser� lo mismo, medio mill�n en Londres, en estos pa�ses hay mucha expectaci�n y una preocupaci�n mucho mayor. En M�xico, nuestra vida social corre por otro lado, un conflicto de estas dimensiones nos pone en peligro, pr�cticamente a todos los habitantes del planeta. Es algo que se tiene que ir generando gradualmente.
VII
Luego de dos y media vueltas al z�calo poblano, los manifestantes contra la guerra dejaron la calle para los autom�viles y entraron de nuevo al parque. De fondo, la orquesta de cumbia en turno tocaba La Crisis y trataba de hacer un rap de protesta.Le gente comenzaba a dispersarse, una chica de rastas que cargaba a su hija de 2 a�os sobre los hombros le pregunta a otra: ��d�nde chingados est� la marcha?� Mientras volteaba busc�ndola. Del otro lado del parque la marcha ingresaba al paseo, �wey, si ves a mi chavo por ah� le dices que se venga�, le grita la chica a un compa�ero.
M�s all� de las mantas, m�s all� de las consignas, los gritos, los eventos art�sticos, una ni�a de cuatro a�os pone en jaque a su mam� con sus preguntas, hoy muy dolorosas de responder.
Mart�n Corona
I
Una ni�a de cuatro a�os, frente a la catedral, pregunta a su mam� por los gritos y el barullo que rodea al z�calo poblano minutos antes de las siete de la noche:
� �Por qu� hacen eso esos se�ores, mam�?
� Porque no quieren la guerra.
� �Y por qu� no quieren la guerra?
� Porque mueren muchos ni�os de muchos pa�ses.
� �Y a m� tambi�n me van a matar?
....
II
Despu�s de las 6 de la tarde. Reunidas cientos de personas en el z�calo poblano, se escucha una invitaci�n a hacer una marcha. La gente se divide y los combativos contra la guerra toman la calle frente al Ayuntamiento y caminan dando vueltas al parque.
Se escuchan las enmiendas contra la guerra. La marcha se divide claramente en tres grupos: los de adelante que cargando bambalinas y gritando dan fuerza al contingente, los t�midos alumnos de la Ibero, la UDLA y la UAP que siguen a la marcha y, haciendo un peque�o contingente aparte, los perredistas y zapatistas.
Mientras la marcha da un par de vueltas al parque, un tipo con una m�scara de George Bush, con una cruz Su�stica colgada del cuello y un cohete de cart�n en las manos, se para a la entrada del Mac Donals. Comienza a modelar para dos c�maras, la de una amiga suya y otra c�mara an�nima.
Eso genera muy buen humor, mientras la orquesta de cumbia que el Ayuntamiento poblano instal� en el parque central comienza a tocar. La marcha ocurre en completo orden, la cumbia atruena, hay risas, caos...
III
Desde las 10 de la ma�ana un peque�o grupo de gente estuvo realizando diversas actividades, dando por terminado su mitin a las 5 pm. Durante ese tiempo hubo teatro, danza, m�sica, claro est�, cerraron con trova de oro, la gente casi con l�grimas en los ojos entonaba el himno que hiciera famoso hace m�s de 20 a�os Mercedes Sosa: S�lo le pido a Dios.
La trova movi� profundamente los corazones de los gringos turistas que estaban ah�, lo mismo de los hippies del palacio de hierro, de los adolescentes skatos que chemo en mano gritaban �Por la paz, por la paz�, asustando a la gente. No faltaron los maestros de humanidades, los alumnos, los adolescentes de boinas, rastas, camisetas del che, gorras con una hoja de marihuana...
Junto a la fuente, en una peque�a mesa, velas y flores que unos pocos asistentes tomaron y elevaron al cielo mientras coreaban la m�sica de protesta. ��Desde cu�ndo Coyoac�n se pas� al centro de Puebla?�, pregunt� alguien.
IV
Junto a la Fuente, erguido sobre el breve pedestal, con su pelo cano y su bigote tupido: Guillermo Brice�o �ese gran rocanrolero� convertido a poeta. La gente le toma fotos, se toma fotos con �l, algunos se acercan y conversan. Pero llega su turno al micr�fono y hace gala de sus mejores versos (cuya relaci�n con el evento es completamente metaf�rica): �Yo tambi�n vengo del vidrio molido, como la muerte y sus tripas santas.
No hay poder humano que me una. Traigan ustedes sus escobas, sus bolsas de basura, sus frascos de veneno, sus bocas, yo tambi�n traer� lo m�o; me pondr� taniperla y aguatinta. Sacar� mi coraz�n al sol para que el polvo de mi luz te parta el alma y tengas piedad de m� tambi�n, vida d�jame en paz�.
V
Pero ni Brice�o, ni los zapatistas, ni los perredistas llegaron temprano. Luego de la comida, de un breve descanso, cuando el sol ya hab�a amainado, se hicieron presentes.
Antes que todos, unos veinte individuos organizaron actividades diversas: �somos un grupo de amigos que la semana pasada est�bamos platicando sobre esto, sobre las guerras genocidas que est� haciendo Estados Unidos; por eso la semana pasada nos decidimos a hacer un evento aqu� en Puebla, para decir no a la guerra en Irak. Estados Unidos emplaz� al mundo para decirle que si no est�n con ellos est�n contra de ellos por lo que creemos que hay m�s posiciones que eso. La idea fue hacer una manifestaci�n, la cual fue muy peque�a: unas 20 personas tal vez. Nos apoyaron aqu� varios compa�eros que tocan el viol�n y la guitarra, muchos voluntarios y voces se han sumado a esto. �Qu� sigue? No s�. No tenemos un movimiento organizado, somos una voz que dice no, pero creo que aqu� se nota que hay mucha gente que quiere decir no a la guerra y depende de todos nosotros decidir qu� sigue�.
A las 10 de la ma�ana el centro poblano ten�a cerrados los negocios de pirater�a, el �pitazo� de una redada, mientras el Sindicato de Telefonistas hac�a su manifestaci�n. �Nosotros nada m�s citamos a marchar en el gallito y luego al mit�n, mucha gente ha estado llegando y se nos ha acercado gente sugiri�ndonos m�s difusi�n. Creo que otro grupo cit� a las 5, que son quienes est�n llegando, no hubo una convocatoria para todos, pero creo que no fue necesario, aqu� ca�mos�.
Gente que va de los 17 a los 40 a�os, incluyendo un grupito de ni�as de 5 a�os vestidas de blanco, fueron quienes comenzaron la labor de este mitin. �No podemos decir que pertenecemos a una disciplina ni nada de eso, porque hay gente que particip� con teatro, m�sica, algunos bi�logos�.
La chica que nos da la informaci�n prefiere permanecer en el anonimato, su piel morena y lastimada por el sol y sus ropas sencillas nos hablan de que puede llamarse de cualquier manera, ella en s� es an�nima.
VI
El acad�mico Julio Glogner del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la UAP se ve�a rodeado de los camaradas, los amigos, los alumnos. �Qu� solicitado andas hoy Juli�. Abrazado de Brice�o toma el micr�fono y deja al roquero poeta conmover al personal. �Venimos gente de de la Ibero, del Prometeo, de la Buap, de la UDLA. Gente de comunicaci�n y de todas las carreras�.
Citados a partir de las cinco de la tarde, los acompa�antes del rubio maestro llevan a peque�os en carreolas, ropa de marca, piercings bien desinfectados, colores de pelo estrafalarios y estilos punks o rastas de sal�n de belleza.
�Simplemente somos profesores y estudiantes que convocamos a traer flores y veladoras para sumarnos a la preocupaci�n mundial que hay por la salvajada que pretende George Bush; ya que no es s�lo un problema de Estados Unidos, pues los pa�ses que tienen armamento nuclear como Corea del Norte, pueden hacer algo terrible. El ataque a Irak puede desatar un conflicto de dimensiones insospechadas las que pagar�amos tr�gicamente con la vida todo el mundo. Creo que nos debemos preocupar ya no como individuos, sino como especie, porque un conflicto nuclear nos desaparece como especie�.
Pese a que M�xico, y Puebla menos, se caracterizan por tener gran conciencia sobre asuntos internacionales, las 400 personas reunidas recordaban las magnitudes mundiales de esta preocupaci�n: �es m�s profunda en los pa�ses que han sufrido una guerra. Supe hace rato que se reuni� un mill�n de personas en Italia, en Alemania supongo que ser� lo mismo, medio mill�n en Londres, en estos pa�ses hay mucha expectaci�n y una preocupaci�n mucho mayor. En M�xico, nuestra vida social corre por otro lado, un conflicto de estas dimensiones nos pone en peligro, pr�cticamente a todos los habitantes del planeta. Es algo que se tiene que ir generando gradualmente.
VII
Luego de dos y media vueltas al z�calo poblano, los manifestantes contra la guerra dejaron la calle para los autom�viles y entraron de nuevo al parque. De fondo, la orquesta de cumbia en turno tocaba La Crisis y trataba de hacer un rap de protesta.Le gente comenzaba a dispersarse, una chica de rastas que cargaba a su hija de 2 a�os sobre los hombros le pregunta a otra: ��d�nde chingados est� la marcha?� Mientras volteaba busc�ndola. Del otro lado del parque la marcha ingresaba al paseo, �wey, si ves a mi chavo por ah� le dices que se venga�, le grita la chica a un compa�ero.
M�s all� de las mantas, m�s all� de las consignas, los gritos, los eventos art�sticos, una ni�a de cuatro a�os pone en jaque a su mam� con sus preguntas, hoy muy dolorosas de responder.
2/13/2003
R�o de los junquillos agua de amplias ondas
que velozmente fluye desde hace tiempo
pienso en cierta persona.
Ki no Tsurayuki (Siglo X) Trad. Carlo Antonio Castro
Amor Universal
Abro mi cortina para que entren las nuevas golondrinas, agujereo el papel de mi ventana para que escapen las pobres moscas. Por amor a los ratones siempre les abandono algunos granos de arroz. Por piedad de las falenas no enciendo mi l�mpara.
Su Tung Po (Su Dongpo) 1036-1101.
Amor
Mi casa est� cerca del mar, la tuya en la otra orilla. Las l�grimas que te env�o llegar�n a ti con la marea.
Ts�ao Ch�ung Chih
2/11/2003
Cuando se comienza a escribir uno tiene la tama�a inocencia de permitirse que otros miren su trabajo, critiquen e influyan. Esa inocencia, invariablemente, termina por ayudar al potencial escribiente a mejorar su trabajo, acercarse a la lectura y a la autocr�tica. Luego, uno sigue con esa tama�a inocencia y publica libros. Y si se persiste en esas inocencias se puede f�cilmente caer en clich�s est�pidos como pensar que la obra personal debe ser un reflejo claro y preciso de las constantes... Y no. La cosa es bastante m�s sencilla. Tan sencilla como animales tontos. La mosca, por ejemplo. Uno de ellos. Insignificante, molesta y adem�s sucia. Se convierte en el personaje favorito de las fabulas de su autor. �Qu� lindas las f�bulas! El buc�lico aeda cantando las coplas para deleite de los ciudadanos. No. Vivi� el siglo XX. Era viejo cuando public�, a�n as� tuvo la tama�a inocencia. Y un d�a alguien le pregunt� qu� animal de sus f�bulas le gustar�a ser. "Ahora s� me la puso d�f�cil". Dijo. Pens�. Lanz� una sonrisa a B�rbara. Volvi� a pensar. "La mosca, s�." Pronunci� en voz alta. Las se�oras sonrieron. Los intelectuales hicieron su moh�n de acentimiento. Pero s�lo el escritor calvo, viejo, robusto y evidentemente molesto por la risa de los asistentes pens�, realmente, que era lo mismo que su mosca.Y hay por ah� tantos inocentes. Habemos, s�.
2/04/2003
"En la comunicaci�n espectral (...) un parte de estos fen�menos se elimina, se deja de lado o se queda en suspenso. Al carecer de instancia o de procedimiento de control e identificaci�n, dicha comunicaci�n corta sus ataduras a toda sedimentaci�n cultural de las convenciones establecidas; es por lo tanto una comunicaci�n dedicada, en cierta forma, a desvincular".MG
"Los medios de comunicaci�n irradiantes han acelerado el cambio cultural, la aceptaci�n de una comunicaci�n muy parcial".MG
"Es posible que, en un sentido muy general, el anonimato inicie un corte que separa al sujeto no solamente de su conciencia de s� y de su contexto social, sino incluso, de toda realidad".MG
"En la actualidad, las m�quinas que sirven para comunicar (...) engendran redes flotantes donde se encuentran espectralmente personas desconocidas, a quienes es posible asignar ocasionalmente el papel de gu�a (...)".MG
"Sin el lastre que constituyen los rituales de identificaci�n, se hacen intercambios m�s libremente y hasta se pueden comenzar relaciones que, en un contexto ordinario y m�s constre�ido, ser�an impensables. La elisi�n de la identidad, al igual que la de una letra al final de una palabra, facilita las relaciones."MG
"Las "m�quinas de palabras" de la actualidad pueden engendrar el mismo proceso de oscilaci�n; hacen jugar al lenguaje y permiten con �l m�ltiples juegos en los cuales la presencia tan solo evocada del otro puede servir de pretexto para quitarse el velo".MG
MG=MARC GUILLAUME
2/03/2003
Lo primero que supe de Ernesto Aroche fue por la lista de Verbalia. Luego en el messenger nos hicimos camadas, se agreg� Fercor y tanmbi�n Rictronic (boxitotronic). Juntos hicimos: el UVZINE. En febrero del 2001 se present� en las instalaciones del diario S�ntesis. Ah� los conoc� en vivo, al igual a Astroman X, Paco Coca, Paloma, Criter... A�o y pelos despu�s, a la vuelta de Hermosillo, Ernesto me alberg� en su casa por m�s de un mes. Lo pasamos bastante bien, aunque �l sab�a que enero era su medida y as� fue. Ahora est� en Holanda con Alessia, el link sobre el montaje habla de sus d�as.
Se le quiere y extra�a en la ventanita del messenger, por lo menos.
No recuerdo el t�tulo del libro, s�lo que me llam� la atenci�n lo que se dec�a sobre �l en el cat�logo de taurus. Resulta cierto pensarlo as�: en ninguna �poca ha sido tan importante EL AMOR como ahora. A�n en el siglo XIX se conceptuaba por cierto arreglos, el vivir con alguien no garantizaba que se le amara, etc... Me viene a la mente LA ESCUELA DE LAS MUJERES de Gide. Al mismo tiempo que sobre valuamos ese sentimiento, lo tornamos en algo completamente conflictivo, pues nunca tampoco hab�an existido tantos CONFLICTOS dentro de las relaciones. Cecilia Roth en entrevista para el D�a Siete hablaba de su relaci�n actual con Fito, de c�mo Paez compuso EL AMOR DESPUES DEL AMOR luego de larg�simas noches de sexo, drogas, revent�n, de Mart�n (como H en la pel�cula donde tambi�n act�a la Roth), y sobre todo de su plena conciencia sobre algo simple y bobo, pero crucial para la �poca: amar a alguien no implica llevar una relaci�n de pareja con esa persona, tampoco el amor implica matrimonio ni forzada convivencia feliz.
Idea clara: retratar la cotidianidad de las relaciones contempor�neas en M�xico, desde c�mo los pueblos indios venden a su mujeres hasta las posmo chicas que s�lo buscan un buen partido para tener lindos HIJOS y seguir en su c�moda vida. Pasando por la infidelidad sintom�tica de los matrimonios, las relaciones DIFERENTES en las nuevas generaciones, la HOMOSEXUALIDAD y los miles de etc�teras. Todo ello en un s�lo libro, una novelita de retazos de vida, como el cuento GENERACION.
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No s� exactamente si vuelvo a los ayeres donde me volv� irritable y completamente intolerante en mi cotidiana realidad, o quiz� se est� cayendo el cielo a pedazos. Sea como sea es delicioso que est� ocurriendo...
2/01/2003
S�bado Xalape�o. Entre la cruda y los rega�os, entre el coraje y la frustraci�n. Sal� de casa. Tom� un taxi. Llegu� a la esquina de �rsulo Galv�n con el mercado de Los Sauces. Al bajar del taxi veo que Moi me hace se�as desde una carnicer�a. Saludos. Gusto en vernos. �Vas a ver a Esbed? Ya no vive ah�. Por medio de se�as curiosas (es una casa con cuadros y c�rculos, tocas en el timbre la marcha nupcial) me indica el nuevo domicilio.
Camino. Camino m�s hasta llegar all�. Mientras camino por �rsulo Galv�n una chica de nada mal ver camina por el otro lado de la acera. Morena quemada. Pelo largo, rizado y algo rubio. Fuma. La paso y sigo caminando, re descubriendo partes de la ciudad que hac�a mucho no visitaba. Al llegar al sitio toco el timbre con las indicaciones. Sale una peque�a ni�a que no me deja entrear, le explico a qui�n busco, que tiene poco que se cambi� casa, c�mo es. La peque�a me describe a una chica rubia, de pelo rizado, que habla en ingl�s con su novio, pero s� habla espa�ol. Extra�ado le sigo la corriente. Remarco: tiene dos gatos. S�, son los que se suben y se van a la otra casa. Entro y toco en el interior 3. Nadie. Es hora de comer. Se entiende que no est� la Petite. Cuando salgo la chica que vi caminando en la otra acera entra al patio. Le pregunto si conoce a una chica chaparrita que tiene dos gatos, ella me respode con la pregunta �Es mexicana? Les respondo que s� y dice no. Tiene acento extranjero. Salgo, busco una renta de internet y... escribo.
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