4/30/2004

Mitos Urbanos

Hugo Tarugo mató a su mujer
la hizo tamales y los fue a vender.

4/19/2004

Serotonina unívoca y liberal



"La serotonina es un neurotransmisor clave; las concentraciones bajas se asocian, tanto en los seres humanos como en otros primates, con un bajo control de los impulsos, con una agresividad incontrolada contra objetivos inapropiados y, en el caso de los humanos, con la depresión, la agresividad y el suicidio." Francis Fukuyama
(Parecería querernos decir "Vivan los niños tacha", ellos sí que saben controlarse, tener objetivos apropiados, ser felices, calmos y plenos en sus vidas)

Si bien Fukuyama es un imbécil, defensor del liberalismo (leáse "democracia" si lo desea) como única opción viable para el futuro de la humanidad encarnada por nuestro imaginario occidental "americano" (en el cual hasta sendas "jóvenes promesas de la filosofía y las letras mexicanas han caído de hinojos), no es tonto al buscar una base a sus ideas en la "biotecnología".
Dudo mucho que Fukumaya sepa mucho de química, ni de biología en niveles mayores que algunos libros de divulgación científica (http://www.politicasnet.org/autores/fukuyama.htm) y muchos más de economía. Entonces, ¿cuál es la búsqueda de un economista político en tratar de vaticinar El Fin del Hombre?
Pocos entienden el poder que puede llegar a tener un "connotado pensador", sobre todo uno bien publicado y publicitado en nuestra época. El sentido no es la propuesta en sí, sino fijar dicha propuesta, crear su imaginario (¿aguien recuerda la explicación que da Barico en Next sobre Globalización y Oeste?).
Esperemos que Fukuyama sea sólo una piedrita en el camino y no logre penetrar a la mente contemporánea. Lo cierto es que sus investigadores sí que desquitan los no pocos dólares que debe invertirles.

4/02/2004

NOSTALGIA



Recordar algo que nunca se ha presenciado es imbécil.

"Retrato del artista siendo imbécil" se llama el blog del buen José Homero.
Cuando era pequeño, muy pequeño, el Señor Rojo me llevaba a pasear por las callejuelas de Naolinco, muy de mañana, con la bruma hasta el piso.
Recuerdo que un día salimos antes de las seis am de casa de don Pepe Dorantes. Caminamos la estrecha subida y llegamos al parque, depués... no recuerdo bien, quizá por la casa-cantina de la tía...
Y entonces comenzar a subir un pequeño cerro para llegar a ver una tupida nube de niebla que iba siendo adelgazada por la entrada lenta de los rayos del sol.
De pronto, a lo lejos, podía mirarse la caída larga del agua, en forma de una cascada pequeña metida entre el verde de la vegetación.
Era la cascada de Naolinco, que mañana a mañana, del par de semanas que pasé con el Señor Rojo allá, íbamos a ver al salir de madrugada a caminar.
"La Danza", cuyas máscaras, vestimentas y enseres llenaban la casa de don Pepé Dorantes, era el evento del año. Escuhé varias historias sobre la daza, que al grito de "Viva San Mateo" iban cortando dedos y dejando marcadas con la parte plana del machete las espaldas de los Negros.
"No sé de dónde chingaa madre viene la Danza, pero los Naolinqueños nos rompemos la puta madre ahí". Me parece escuchar a Pepé. Entonces el Señor Rojo Soreía, mientras daba de martillazos a la forja de espadas y la hechura de espuelas.
Ahh, lo de imbécil quedó pendiente. Me parece ver la danza, escribí un cuento alguna vez (El Diablo Grande), pero nunca he estado en Naolinco el día de San Mateo.