9/26/2005

Fábula de los dos árboles muertos

Es curioso, le pregunté durante horas al árbol por qué se sentía tan solo. Me explicó claramente que no deseaba en realidad haber crecido junto al otro árbol, que le enfadaba sobre manera que tuviera más ramas, que pese a que ambos eran casi lo mismo, el otro luciera más. Le expliqué que no debía ponerse en ese plan, ya saben, moralina de lo políticamente correcto, pero no entendió razones. Seguiría muriéndose con tal de ya no estar junto a su acompñanate casual; sin embargo, sus esfuerzos serían infructuosos si no lo mataba consigo, confezó. Me contó en secreto que tenía varios planes, algunos rayaban en lo absurdo, como dejarse caer al vacío del desfiladero llevándose las ramas de su compañero enredadas y así arrancarlo para siempre, otra como llenarse agua y morir mientras veía secar al otro. El tonto árbol no me entendió cuando le quise explicar que no tenía sentido destruir a quien ha crecido contigo y tiene ya ciertas raíces pegadas a las tuyas, sonriente se quedó callado.
Su acompañante, mientras tanto, no paraba de lucir sus magras ramas y presumir los parásitos que albergaba, mientras yo sonreía ante esa pareja tan común, tan anodina, tan vital y hermosa.

9/23/2005

El oficio de hacerle al loco


Hace tiempo, unos tres años quizá, postee un texto donde iba describiendo cada objeto que había en la mesa de trabajo de aquel momento. Ahora no es necesaria tamaña descripción, con mostrar la foto de una noche de trabajo basta, aunque siempre quedarán vacíos acerca de ciertas procedencias y explicaciones... quizá.

Si algún lector quisiera saber copn exactitud sobre alguno de los objetos de la foto, favor de dejar un coment.

9/17/2005

Volar


Saltar con patas de pulga.
Sonreír sólo por compartir la alegría de verse por la mañana.
Volar hacia rumbos desconocidos, dejar que los piés de pulga se eleven.
Pronunciar tu nombre mientras dura el vuelo.
Dejar que la dulzura de pronunciarlo te eleve más.
El salto de ahora es este, el vuelo es este.
Instantaneo, sonriente, pueril.

9/10/2005

Más del cuarentón aburrido

Tachado de explosivo y cínico, Houellebecq nos ofrece la crónica de esta vida cotidiana llena de desencanto, casi impávida, casi no vida, atascada de por sí en su propio imaginario.

"Seducir a una mujer que uno no conoce y follar con ella se ha convertido, sobre todo, en una fuente de humillaciones y de problemas. Cuando uno considera las fastidiosas conversaciones que hay que soportar para llevarse una tía a la cama, que en la mayoría de los casos resultará ser una amante decepcionante, que te joderá con sus problemas, que te hablará de los tíos con los que ha follado antes (dándote, de paso, la impresión de que tú no acabas de estar a la altura), y encima habrá que pasar con ella por cojones el resto de la noche, se entiende que los hombres quieran ahorrarse problemas a cambiod e una pequeña suma".

"La seducción sólo les interesa a algunos tíos que no tienen ni una vida profesional excitante ni ninguna otra fuente de interés en la vida".

"uno siempre pude hacerse el listo, dar la impresión de haber entendido un poco la vida, pero lo cierto es que la vida se acaba".

"Vivir sin leer es peligroso, obliga a conformarse con la vida, y uno puede sentir la tentación de correr riesgos".

Michel Houellebecq: Plataforma. Anagrama.




9/06/2005

Triunfo Locombiano

Triunfo Arciniegas es un escritor colombiano que me tiene cautivado. Él hace cosas para niños, bueno, más bien para niñas.
La foto la tomé en El Triunfo, un pequeño poblado cercano al Cofre de Perote. Claro, ese Triunfo parece más un empate...
A los chicos les encantan las historias de Triunfo Arciniegas y espero al domingo para narrar cuentos suyos en Xalapa, en realidad, Xalapa me parece que se parece a Pamplona (la de colombia) por cómo la describe Triunfo. Es curioso, Mutis y García Márquez hablaron de la semejanza de Xalapa con Colombia (alguna región específica) y el querido Marco Tulio sigue habitando aquella ciudad brumosa lejana a sus primeros días y ya enraizada entre sus letras.
Hace tiempo, cuando corté mi pelo largo, una sardina que es mi parcera me dijo que parecía yo un culicagado, me moría de risa y ella más. Nos reímos muchísimo aquella tarde, como todas las tardes en que coincidimos. Me gusta mucho el vallenato, me gusta mucho comer tamal colombiano, me gustan los ángeles que se caen del cielo y se integran a la vida cotidiana. A veces me gusta Shakira, otras me gusta un poco el Gallito. En fin que algún pleito casado tengo con Locombia, porque a donde he ido pisando está como un corazón latiendo fuerte. Así que mientras bebo un tintico con aguardiente, ordeno algunos libros de Fernando Vallejo y otros que me regaló Marco Tulio Aguilera Garramuño, mientras preparo lo que leeré de Triunfo Arciniegas doy un sorbo tenaz por aquella tierra.