3/23/2010

lotro


Todos queremos saber qué pasará mañana, todos queremos controlar y conocer el futuro; porque creemos que algo se puede hacer a nuestro favor si tenemos conocimiento.
Y en ciertos sitios es así: redes y grupos cerrados que apoyan, ayudan, dictaminan y encargan, cambiando senderos por dinero. Todo mundo busca algo en qué creer: sea el amor, el poder, el dinero o Dios. Todos buscamos eso y creemos que con lo que tenemos (dinero) podemos influir en aquello.
Yo no tengo dinero y el que tengo sólo me sirve para jugar el juego de la realidad (pagar mis deudas).
No quiero dinero (sólo el necesario para no salir pronto del monópoli)
Tampoco quiero creer ni en la literatura ni en su institución, ni tampoco en la televisión o el arte, todos son imaginarios que apaciguan y calma lo Otro.
¡Carajo! Pero eso Otro, tan extraño, tan inascible e irascible...
recuerdo que tenía algo, que eso Otro existe, estaba, pero... no recuerdó dónde lo puse.
Si tú o tú o tú saben de eso Otro, por favor comuníquense conmigo para tomar un café de mañana en la azotea de mi casa. Seguro que no hablaremos de lOtro, pero quizá me calme un poco.

La cita de Deuteronomio habla de los agoreros y adivinos. Prohibiendo al creyente confiar en aquellos, porque obviamente ellos no están en el plan de El Señor tu Dios (¿MI Dios?). Y claro, Tu Dios no confía en los adivinos porque no es su patrón, ellos sirven a otro patrón o por lo menos a quienes puedan pagarlos.
La foto fue tomada en Xalapa y yo recordé a la hermosa Gitana que me adivinó la mano, que me prometió a cambio de dinero el nombre de una persona que me estaba haciendo mal, que me pidió le comprara unos cigarrillos y me dejó con la incógnita del nombre, con la autoestima de macho dañada al dudar de mi virilidad y unos cuantos pesos menos.
Las Gitanas en Xalapa se ubican en sitios estratégicos donde si eres de acá tarde o temprano pasarás, buscan tu mirada y en ella adivinan temor, inseguridad, desvelo, tristeza, excesos o calma. No es difícil leer miradas cuando has visto dolor y hambre, tristesa y desarraigo.
Entonces te abordan y conocen (por tus gestos y comentarios) lo que te pasa, conocen (dicen unos) lo que necesitan conocer y ubicarte y venderte sortilegios y vender tus confesados secretos; todos pagan, todos ganan. Así ha sido y así seguirá siendo, en estos secretos milenarios, en estas formas que tienen los Dioses para cuidar de su pueblo.

3/22/2010

las piedras

me contaron que las piedras en otro tiempo atrapaban las historias, los saberes, las costumbres y a los seres


Pero hoy nadie las entiende



Sólo sabemos leer de cuadritos: los cubos donde nos atrapamos todos los días


las burbujas que creemos que son las palabras



en esta cueva están encerrados demasiados SabERES
y sensaciones que


por ahora apenas voy intuyendo.

3/21/2010

León en Cuautinchan





Un león donde nunca hubo leones.
El dibujo de un león en un convento franciscano en Cuautinchan.
En Cuautinchan, tierra de aguilas, nunca hubo leones, ni Dios cristiano algunos.
Algunos cuantos vinieron a hacer su oficio genocida,
pero no como el león,
el león come lo que mata,
el genocida come todo lo que tuvieron a quienes mató,
heredando a sus hijos y sus nietos y su linaje dos cosas:
dinero-poder
muerte-dolor-pesar.
La gente que vivió en  mi tierra antes del genocidio es tan amable que, nosotros, sus descendientes seguimos sus pasos hacia la muerte digna. Sin la ambición absurda de la nada.
Se habla que en la época de la colonia si cada persona hubiera lanzado una piedra hubiesen sepultado a los genocidas, mínimos en número, máximos en ambición y muerte.
Pese a que somos hijos mestizos de los originales y los genocidas, del invasor y la tierra, seguimos igual, si ahora todos tomásemos una piedra, sólo una, no habría enemigo posible.
No somos genocidas,
no sentimos hambre de muerte ni poder.
Y es duro ver cómo según sus palabras nos pisotean, nos humillan,
y según nuestros saberes sólo somos consecuentes.
Sin leones, imaginamos...
Imaginamos a los leones para dibujarlos,
imaginamos el mundo que nos propusieron,
imaginamos que tiene razón el mundo que nos venden,
imaginamos que somos lo que no somos
imaginemos ahora que lo que realmente somos
en breve
tendrá voz
cuerpo
y dejaremos de imaginar.

3/14/2010

Con el Maestro Blue Panter


Sin máscara, el hombre parece cualquier cosa menos un luchador. Podría ser mi padre, o tu abuelo. Quizá sea tu padre o mi abuelo...
Blue Panter encarna muchas cosas de lo que es mi país, creemos en Panter porque es él. No es un luchador tan inflado en la fama que necesite ser suplantado, pero es más famoso a lo largo de los años que cualquier estrella absurda.
Blue Panter, el maestro lagunero, es sin duda el Gran Luchador Méxicano, respetuoso y honesto en su quehacer, humilde y conocedor profundo de su compromiso, el que lleva en la médula: la lucha libre mexicana.
Sin blofeos ni demasiados aspavientos, lucha con el alma, porque Blue Panter es mucho más que una máscara, mucho más que su nombre en el cartel, Panter es un alma de la lucha libre mexicana.
PD: Nada me haría más féliz que poder escribir su biografía, así que si alguien conoce al maestro, por favor deme su contacto. Y si alguien le gustaría ser mecenas de este proyecto, pues mucho mejor.


3/06/2010

En la base de la cruz

En la base de la cruz, sibujado en el ex convento de Cuautinchan, llora la calavera...