12/30/2016

La metáfora de El Zombi

La palabra viene de África. La idea de un religión pagana, atribuida a un ser humano sin voluntad, incapaz de tener identidad. Un muerto viviente en otros casos. Más que un ser que vuelve de la tumba, en semi descomposición ahora se nos presenta com cualquier a que es tocado por un otro infectado. Hordas de zombis detrás de personas con quienes previamente has establecido un vínculo.
Cada uno de los millones de zombis no importa. Sólo tiene derecho a vivir, a no ser uno de ellos, quien la cámara decide, a quien el productor inversionista ordena al guionista y al director salvar.
Ninguna película de zombis busca más allá que impactarte, que dejarte claro que tú no eres (aún) uno de ellos. Sin embargo, nada es casual en los juegos del "insepcion" mainstream y los padres mueren por salvar a sus hijos de la epidemia, los fuertes y valientes dan su vida por los débiles e indefensos. Así que como padre con tu entrega cotidiana, con tu vida ofrecida a una empresa, a un empleo, a una institución a cambio de dinero cotidiano, volviéndote un zombi, podrás salvar a tu hijo de ese terrible destino.
Nada más absurdo. No me gustan los zombis, no me gusta que la pantalla trate a la humanidad como carne putrefacta. Estoy convencido que quien viaja en un coche del año, cree que todos  los que conducen modelos viejos, reparados, usados y en estados lastimosos son zombis. Estoy convencido que el niño del colegio carísimo ve a los chicos de escuela pública de similar manera. Creo que yo mismo veo a otros de ese modo, como seres que se mueven por la ciudad sin sentido, buscando algo que llevarse a la boca, quizá intentando despojarme.
Seguir alimentando nuestra cabeza y corazón con estas metáforas podría ser un primer paso hacia la empatía, hacia evitar el absurdo exitismo de una cultura que compite sólo para estar unos encima de otros, mientras el empresario se lleva las ganancias, el tiempo, la energía y la vida de miles de millones de seres que, para él, son menos que humanos, son zombis.