Luego la regresas con cuidado, jalando lentamente el carrete, sintiendo cómo recorre todo el espacio, cada fragmento.
Cuando la tiras muy lejos, a veces, pasa por superficies agrestes y se rasga la mirada.
También ocurre que la mirada se lastima un poco.
Es momento de ponerla a descanzar.
Hasta mañana.
TXT: The Same
Fotos: Josef Kuodelka (c)