3/30/2011
silente
Guardo silencio
espero que la oscuridad se vaya.
Guardo silencio
me quedo agazapallado sin mirar.
Guardo silencio
para que sueñe la música de todos lados.
Hago el silencio necesario para que el ritmo ocurra.
Así que de pronto me oculto,
hasta el final de la melodía,
al principio de los acordes.
Estoy silente
soy lo que no se oye
y da sentido, a veces.
3/29/2011
Supermercados
Hemos diseñado una forma en que los animales llamados humanos vuelven a sentir que recolectan y pelean y hacen un esfuerzo por sus alimentos. Mediante ese espacio inmenso llamado Supermercado los haremos sentir una experiencia similar a la de sus similares los monos: la recolección. A la vez que los sacamos de su rutina de lunes a viernes, se cansan, pelean, conviven y sobre todo gastan.
Claro que a nosotros su dinero no nos importa, pero a ellos los hace hasta matarse unos a otros, el invento del poder en esos símbolos fue maravilloso. Ahora van al trabajo a darnos su tiempo, les damos esos cacharros que cambian por lo que de por sí es suyo, pero nosotros lo hemos convertido y transformado, le hemos dado otras caras y formas, para que sientan que eligen, que son libres.
El tiempo de un humano es su alma, así que si toda la familia nos regala su tiempo, nosotros estaremos cada vez más plenos y poderosos.
Antes había tiendas donde los humanos pedían a otros humanos lo que necesitaban y ellos se los daban, pero así no se cansaban, no sentían que costaba trabajo, que recolectaban, que estaban vivos como sus ancestros que fueron libres de verdad.
Los supermercados son una maravilla de la vida moderna, porque reunimos ahí todo lo que desean, lo que anhelan y además cosas que no querían y ahora desean, además son ordenados y dóciles por el montón de supuestas posibilidades y nadie se lleva nada sin cambiarlo por los cacharros que ellos llaman dinero. Claro que ni mencionar el dinero virtual en tarjetas.
Pronto les contaré más de esos chistosos seres...
Hemos diseñado una forma en que los animales llamados humanos vuelven a sentir que recolectan y pelean y hacen un esfuerzo por sus alimentos. Mediante ese espacio inmenso llamado Supermercado los haremos sentir una experiencia similar a la de sus similares los monos: la recolección. A la vez que los sacamos de su rutina de lunes a viernes, se cansan, pelean, conviven y sobre todo gastan.
Claro que a nosotros su dinero no nos importa, pero a ellos los hace hasta matarse unos a otros, el invento del poder en esos símbolos fue maravilloso. Ahora van al trabajo a darnos su tiempo, les damos esos cacharros que cambian por lo que de por sí es suyo, pero nosotros lo hemos convertido y transformado, le hemos dado otras caras y formas, para que sientan que eligen, que son libres.
El tiempo de un humano es su alma, así que si toda la familia nos regala su tiempo, nosotros estaremos cada vez más plenos y poderosos.
Antes había tiendas donde los humanos pedían a otros humanos lo que necesitaban y ellos se los daban, pero así no se cansaban, no sentían que costaba trabajo, que recolectaban, que estaban vivos como sus ancestros que fueron libres de verdad.
Los supermercados son una maravilla de la vida moderna, porque reunimos ahí todo lo que desean, lo que anhelan y además cosas que no querían y ahora desean, además son ordenados y dóciles por el montón de supuestas posibilidades y nadie se lleva nada sin cambiarlo por los cacharros que ellos llaman dinero. Claro que ni mencionar el dinero virtual en tarjetas.
Pronto les contaré más de esos chistosos seres...
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