Aprendimos a mirar tanto bajo el sol, que re inventamos la luz como nuestra aliada suponiendo en la noche al enemigo. Absurdos y tontos animales que
mueren más bajo la luz que en la sombras, estúpida su costumbre de pensar de
forma dicotómica, oponiendo todo incluso para concebirse a sí mismos.
Y compramos la idea de que bajo la luz todo
y en la sombra nada, sin intuir siquiera la verdad: sin sueño el hombre sería
menos que cualquier bacteria unicelular, sin la oscuridad nada, sin la luz nada,
entreambas lo que cree su realidad, su única verdad: nunca ha entendido el
límite entre el sueño y la vigilia, preocupado por mirar no ve, preocupado por
comer ni se alimenta, preocupado por sobrevivir no vive, no se habita a sí
mismo.