3/10/2003

La Petit_e camina por las calles inclinadas buscando sin buscar en el rostro de los perros callejeros.
Perdi� algo cuando viajaba en la parte trasera de un vw sed�n, el �nico espacio que quedaba en el coche de la familia.
Todos los hermanos de la Petit_e se apellidan como ella, son dos chicos y dos chicas. La mayor pronto se casar�.
Ella es la m�s peque�a, la m�s sencible y seg�n su padre la m�s inteligente. Para m� es s�lo Petit.
Aunque es s�lo eso, logra empapar mi mon�logo de sonrisas y sabe despertarte con un caf� cargado, caliente y amargo.
No hay nada extraordinario en ella, s�lo que est� cuando es necesario, una larga mirada nada m�s.
S�, como la canci�n de Shakira, por ella aprend� a querer los gatos.
A veces me siento apenado y triste porque ella no pueda existir, deber�a verla, hablar con ella, darle permiso de andar en casa.
Pero eso la destruir�a, la convertir�a en un nombre, en algo asible y por lo mismo ef�mero. No, no es que la prefiera as�.
Pero me vienen de maravilla sus ausencias, sus desapariciones, sus silencios, confirmaci�n plena de su peque�ez, la m�a y nuestra complicidad.

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