3/10/2004

Shibuya Style



* Remi, al crecer, luego de conquistar las grandes salas de conciertos francesas, dedicó sus días a beber ajenjo e inyectarse opio. Sus días, al igual que los del señor Vitalis, terminaron en hipotermia, en una esquina, en el naciente barrio latino de París.
* La Abeja Maya nunca halló a su madre, pero sí encontró a uno de sus hermanos; lo cual aumentó sus crisis neuróticas, ya que ahora no sólo morían todos los que le ayudaban sino que encima cada OVA su hermano estaba en peligro de muerte. Tiempo después, descubrió que su madre era una Abeja Reina Lesbiana, por ello nunca tuvo el instinto maternal suficiente para cuidar de los hijos que le encajaba algún zángano cuando dormía. De hecho, todo el panal terminó tratando de rebelarse contra ella, sin embargo, la Reina desde pequeña tuvo la sagacidad de castrar a algunos zánganos, de manera que crecieran aún más grandes y fuertes que sus compañeros. El ejército de castrattis la defendió en sus correrías. Maya, cuando entró en la adolescencia, se enamoró de algunas avispas con quienes tuvo sus primeras partouzes. Desde entonces, una noche, le cobró a su hermano con su virilidad todos los dolores que le hizo pasar. Ella ahora estaba protegida y no fue más la pobre e indefensa que, encima, debía cuidar de los demás.
* Casi nadie recuerda La Isla del Tesoro en la versión de Takarajima: El amanecer encuentro feliz...
* Haruki Murakami, en "Al sur de la frontera, al oeste del sol", hace que sus personajes sufran cuando descubren que la frase sólo evocaba a México (al sur de la frontera), sin embargo, hay algo diferente al oeste del sol. Ocurre que a menudo, de niño ves donde ni la hay una realidad mágica, llena de posibles... muchísimos años después descubres que todo ello estuvo sólo en tu cabeza, en tus intenciones, en tus escazos referentes para enfrentar la realidad.
TXT: El Mismo.
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