Mientras mis compañeros hablaban de la Suave Patria, de Andrés Henestrosa y algunos muy snobs de Joyce, otros de Faulkner y hasta recuerdo sendos ensayos bien alternativos sobre la obra de José Agustín o Parménides García Saldaña. Yo hablé de un tipo recién muerto aplastado por el temblor del 85 en el DF, un tipo que además se atrevía a criticar duro a los intelectuales, un tipo que con una guitarra y hartas inquietudes habló como profeta de esquemas de control y formas de pensamiento que siguen vigentes 27 años después de su muerte.
Quizá no existan en México letras más auténticas que las de este singular canta autor. Desde cuestiones de la ciudad hasta la recuperación del huapanguero, poco escapó a las ideas de Rockdrigo. Actualmente, poco escuchado, las adaptaciones y versiones que se han hecho de sus rolas en realidad han sido muy pobres y, como en su canción Bucando Trabajo, la música se llenó de canciones de amor que dejan un poco de dinero y la mente vacía.
En el tubo de videos me encontré esta joyita, con Ray Cadó haremos algo para compartirla con ustedes.
http://youtu.be/8SP6AlLvGRU
VIDEO
Y les transcribo la letra como la entendí.
TELEVISIÓN
Rodrigo González
Soy tu cordura insensata
30 canales y una sola dirección.
Dimensión fina o barata
soy tu sueño, tu deseo y tu frustración.
Soy tu remanso en el tiempo,
una gran pena, una gran satisfacción,
un agujero en el viento.
Soy tu consciencia,
Tu impaciencia y confusión.
Soy la bruja que te hechiza,
que te hipnotiza y que te vende su función.
Soy una caja con prisa, soy tu celada, yo soy tu televisión.
Soy tu embriaguez, tu dependiente visión,
tu dictadura mental en plena acción.
Soy tu escapismo y tu mundo de información.
Soy de los niños fuente de pasividad,
soy su influencia, muerte de creatividad,
su mundo iluso, su sueño y su irrealidad,
como una droga que les impone su verdad.
Cien transistores y alambres
Tornillos, tuercas, resistencias y la ocasión
de perderte en mil enjambres
entre circuitos que son casi una razón.
Mujer de vidrio y metal
que te seduce con su abrazo sin final.
Ojo mecanico extraño
que tu pequeño espacio lo prolonga sin final.