La ciudad es un desfile de caras largas y absurdas, gente-zombi cuyos rostros muestran la falta de alcohol, el exceso de otras sustancias.
A veces me preguntó cómo soportamos vivir en estos hormigueros gigantes, la cafeína, el alcohol, el tetrahidrocannabinol, la pseudoefedrina, la cocaína, son respuestas tácitas.
¿Cuánto de la realidad es un join de sustancias?
¿Cuánto pueden hacernos creer en un mundo falso y absurdo?
¿Cuánto de armas, violencia, dinero, política y demás inventos de Occidente se imponen como la Realidad, mientras tus hijos, tu familia, tus vecinos buscan tu mirada?
7/09/2013
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