
Javier Marías trabaja en dos de sus novelas un tópico doloroso: el demente vagabundo. Inicialmente en "Todas las almas" y luego en "Negra espalda del tiempo", nos transporta a su pesadilla, donde la locura es la compañera del antes escritor, cuya cabeza poco le permite analizar la situación de abandono donde habita.
Muchos vagabundos, ancianos y gente que vive en la calle, tiene como costumbre común sentarse en una esquina cualquiera a escribir, usualmente (como en este caso) bolas y palos que apenas forman alguna "a" abigarrada, quizá una "l" mal trazada... ¿Por qué escriben? ¿Necesitan comunicar algo? ¿Impulso reflejo?
Cualquiera de nosotros podría estar, dentro de 30 ó 40 años (o menos) en situaciones similares a las de este Hombre Caparacho. Pero, ¿cómo?
TXT Y FOTO: El Mismísimus
No hay comentarios.:
Publicar un comentario