1/23/2004

Románticos y desintegrados

Qué asco me doy al notar cómo por leer autores raros, por leer ciencia ficción, por tener (como el peluquero de Macondo) un libro leído me siento superior a los demás, sabedor del secreto, poseedor de saber ancestral... Imbécil.
Leer en estos tiempos te abstrae, te vuelve "loco", "raro", "extraño", "freak", "hen"...
EJERCICIO DEMOSTRATIVO
a) Recuerde a un familiar, amigo, compañero de trabajo, que sea un lector ávido.
b) Observe su manera de hablar, afectada, extraña.
c) Deje pasar un poco de tiempo y mire su forma de vida, sus valores, su "funcionalidad" en su entorno social y/o familiar.
d) Busque cuáles son sus valores y estímulos vitales, su fe y sus dogmas personales.

Observe cómo ese ser es difícil de clasificar. Lo cierto es que la literatura, en sus bellos mundos posibles, impone reglas fijas y congruentes para el mundo que recrea (según sea el caso: autor, libro o corriente). A diferencia de "la realidad", la literatura tiene su propio mundo cerrado y constreñido, funciona dentro de. En el mundo no hay verosimilitud, ni reglas y, de haberlas, somos los menos capacitados para desentrañarlas.
Leer hace daño.

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