4/13/2006

Hallar tanto en la nada...


bajo esa pemisa bajó del aeroplano en mitad del desierto.
La casa de campaña se soltó en varias ocasiones cuando trataba de dormir, el viento y los coyotes hac{ian que el sueño se alejara inascible.
Aquella noche encontró tanto en mitad de la nada que no tuvo más remedio que no dejar de estar sólo ahí.
Respirar profundo y hacer de aquella larga noche un espacio de eternidad. Atrás iba quedando todo con el ruido extraño de los animales, los sahuaros y las choyas sonrientes a su alrededor. Comenzó entonces su rpopio camino, su desierto amable, su propia aridez.

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