La relación entre amar, mar, muerte, madre que registra Bataille es dolorosa. Eufonía de palabras que en francés cobra completo sentido.
Todo amor, visto bajo una metáfora cruel, es el nacimiento de algo donde muere la madre. Te amo, la consumación de este deseo, de este anhelo de posesión es la muerte de otros deseos, la anulación del mismo deseo. Contrasentido absurdo.
Dicha anulación del ser para estar en una nueva condición (nuevo ser) devendría en una muerte metafórica de lo que somos, la muerte de eso mismo que nos hace generar un nuevo ser... es decir: la madre.
"Matamos lo que amamos, lo demás no ha esdado vivo nunca" dicta con sabiduría Charito Castellanos. Confirma: "Vendrá la muerte y tendrá tus ojos", el suicida italiano Pavese...
Sólo por eso te pido amablemente que no me hables más de que no quieres infringir dolor, de que los cuerpos incandecentes sólo serán luz y música, mas no anulación, sangre y dolor.
Vuelvo con la Charito:
El aire no es bastante
para los dos. Y no basta la tierra
para los cuerpos juntos
y la ración de la esperanza es poca
y el dolor no se puede compartir.
Exacto. Me has dicho que las noche de "yo preparo el té, mientras tú untas de ajo el pan", o las tardes de entumirse entre la cálida nata en calma, o las mañanas de pasar la toalla mientras se corre a entregar al chico al transporte o llevarlo al cole son MENTIRAS... claro, a veces es mejor pensar que el diablo no existe que enfrentarlo.
Está bien, dejare el tono patético para otro día, para otros vientos, para otros alientos, para cuando trates inúltimente de alejarte de la cama, para cuando tus pasos no te respondas y nos demos cuenta "(cómplice, fascinado)" que no hay más que la utopía, si no queremos vivir en un mundo que otra mente inventó.
11/26/2006
11/25/2006
Ven ya...
Yo soy los otros
Sólo nosotros somos...
Va allá la amada
del alma mía,
que es calma viva
en la alegría,
en el canto.
En el paso justo me hallé frente
al espejo cálido
(laberinto ambarino),
la luz clara de un juego
que da brillo a sus ojos
mientras apagan los míos.
*Foto del trabajo de cerámica de Mariana Velázquez
11/15/2006
moho
Cuando hay un poco de humedad, cuando se descuida un momento el suelo de mi ciudad, comienza a brotar la vida. A diferencia de las ciduades de desierto, donde el sol y la sequedad no permiten que la vida fluya con rapidez, aquí las plantas surgen por todos lados, de formas inusitadas. Claro ejemplo es el moho que luego se vuelve lama y luego una planta y luego una flor y luego quiebra paredesm destruye el concreto y surge la vida imposible de detener...
11/09/2006
11/05/2006
11/01/2006
melones
Me han preguntado todos el porqué siempre voy regando la frase: si amas algo... mándalo a la chingada. De inicio porque me joden los pensamientos cursis del tipo: "...déjalo libre". Y luego porque uno es uno mismo cuando se descubre, cuando ha pasado que se cae la casa, cuando se han perdido todas las máscaras y, frente al espejo, como el rastro de la pesadilla, uno descubre lo que realmente es.
Y hay quienes ya no son y uno descubre que sí hay algo, algo no muy lindo, algo muy pequeño, algo que quizá no sea nada, algo, algo al fin.
Me gustan las máscaras, me gustan las mañanas donde la mesa de la sala está llena de envases y ceniceros rebozantes...
Me gustan los mensajes escritos con mi pluma, sobre mis hojas blancas, me gusta "abrir los ojos y estar vivo, tener que vérmelas con la resaca, vivir atormentado de sentido (esa sí que es la parte más pesada)".
Sin embargo, también me gusta soñar con un melón atorado en tu vientre, uno de esos ritos de los que no es causante sólo tu tosudez, ni sólo mi defachatez. Sino otra cosa.
Hace tiempo supe que lo único que tengo es la vida y entonces: ¿qué hacer con ella? (hay tantas respuestas como ideas, como modas, como sociedades...) Pero lo único prudente es: más vida.
Y hay quienes ya no son y uno descubre que sí hay algo, algo no muy lindo, algo muy pequeño, algo que quizá no sea nada, algo, algo al fin.
Me gustan las máscaras, me gustan las mañanas donde la mesa de la sala está llena de envases y ceniceros rebozantes...
Me gustan los mensajes escritos con mi pluma, sobre mis hojas blancas, me gusta "abrir los ojos y estar vivo, tener que vérmelas con la resaca, vivir atormentado de sentido (esa sí que es la parte más pesada)".
Sin embargo, también me gusta soñar con un melón atorado en tu vientre, uno de esos ritos de los que no es causante sólo tu tosudez, ni sólo mi defachatez. Sino otra cosa.
Hace tiempo supe que lo único que tengo es la vida y entonces: ¿qué hacer con ella? (hay tantas respuestas como ideas, como modas, como sociedades...) Pero lo único prudente es: más vida.
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