Despiertas. Despiertas. Despiertas.
Nada de lo que crees real está ahí. Ni siquiera tú tienes el mismo cuerpo con que el cual crees ser tú mismo. No eres tú mismo, eres una mirada circular que llega a todos los rincones del sueño. Eres el piso y el cielo, eres el sonido y el silencio, eres simplemente la cabeza que reposa sobre la almohada.
Abajo el mundo juega a que es real.
Y ellos no despiertan nunca.
No porque no quieran, están amarrados al sueño.
Ese mundo que puedes ver no existe sin sus soñadores.
Tú cariño a los sueños amarra a cada uno de los esclavos.
Despierta, ese mundo se quedará ahí.
Cuando abras los ojos, serás un esclavo más en el sueño.
12/30/2012
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