11/19/2002

Ayer lunes a las 7 de la noche muri� Do�a Taurina, la abuela de Thelma. El domingo ya no pasamos a verla, nos lo sugiro la madre de Thelma, porque conoce lo impresionable que es la hija. Pese a ello se impresio� de imaginarla. A la se�ora ya no le serv�a la mitad del coraz�n, por lo cual no llegaba sangre a los ri�ones ni al h�gado, por ello su sangre estaba envenenada y como no pod�a orinar excretaba por los poros orina y sangre. El cuadro debi� ser aterrador y grotesco.
En el camino de regreso a Puebla pasamos hablando sobre eso, recordando al cristianismo y su idea de la muerte, y tuvimos cerca ese pensamiento, reflexionando y temiendo por nososotros mismos.
La muerte cercana se convierte en reflexi�n doble, por el ido, por quien ya no volver� y por nosotros mismos. Entonces vino la idea loca de encerrar mentes, de guardar datos de la memoria de ciertas personas... de algunas personas... pero �qu� demonios es guardable de nuestra mente? �En bites?.. Curiosa idea, qiuz� posible, lo cierto es que C�sar mencion� en la peda del viernes en la noche en casa de Juan Carlos que un maestro de arte le hab�a hablado de que el cuerpo humano no est� capacitado para el viaje integal�ctico, pero que se las han arreglado con eso: �cyborg? Puede ser. Pero la verdad... a veces pienso que nuestra mente est� capacitada para vivir millones de a�os, pero el cuerpo no. Quiz� por ello pensamos que el alma (mente sanagustiniana) es aquello que trasciende. Ahora que muri� la abuela es un asunto de calma, sufri� bastante y su cuerpo mostr� su m�s alta debilidad a sus 92 a�os. Vivi� mucho m�s de lo comun y vivi� bien. Me hubiese gustado darme m�s tiempo con ella, pero ni al caso, de inicio porque nunca nos hicimos �ntimos y luego porque eso le toca a sus nietos, como ahora me toca con mam� Yoya.
***
Ya est� la entrevista con federico Campbell, que hce gracias a la Vincent y al buen master. Los d�as pasado y sigo leyendo "Periodismo escrito" a la vez que me relajo y busco c�mo se arreglar� el pedo de la chamba. Por cierto ser� bueno ver pronto a Andr�s y darle las mil gracias a Esbed. Me muero de ganas de un d�a de campo o de playa.
Del periodismo y la literatura
(Entrevista con Federico Campbell)
Mart�n Corona

ENTRADA (LEAD)
Disperso, ameno, cr�tico y siempre l�cido, el autor de Pretexta y el reci�n editado Periodismo escrito nos comparte en exclusiva para Intolerancia sus opiniones sobre los temas que m�s le apasionan a sus m�s de 60 a�os


�La literatura tiene como intenci�n preservar la memoria y hacerle justicia a las historias olvidadas�.

La cita con Federico Campbell fue en un caf� a las diez de la ma�ana, luego del saludo vino intempestiva la pregunta:
� �Y t� a qu� te dedicas?
� Hago periodismo...
Entonces comenz� una larga diatriba contra ese oficio, contra sus juegos de poder, que termin� cuando Federico extendi� su nuevo libro en una p�gina y se�al� el inicio de un cap�tulo:
�Hay algo en la actividad period�stica mexicana que podr�a reconocerse como una insatisfacci�n de fondo, no muy com�n en otras profesiones (...) En el periodismo, parad�jicamente, un signo de �xito a mitad del camino �hacia los 40 a�os, por ejemplo� consiste en abandonar el trabajo de reportero, dejar de ser periodista, no continuar si�ndolo.�
Este p�rrafo forma parte de su libro m�s reciente Periodismo escrito, publicado por Alfaguara. Mientras repasaba las l�neas, los apartados y miraba el libro, el maestro Campbell hablaba: �La libertad de expresi�n del periodista termina donde empiezan los intereses de su empresa period�stica. La libertad de expresi�n, por ejemplo, de Joaqu�n L�pez D�riga termina donde empiezan los intereses empresariales de Azc�rraga.
Un fen�meno curioso que se ha dado en la prensa del DF es la descentralizaci�n, un poco involuntaria. La prensa del DF fue tomada por los grupos de Monterrey, hay tres poderosos peri�dicos del DF que son de empresarios de Monterrey: Reforma, El Universal y Milenio. �Son tres medios! Prensa chilanga que importe s�lo queda La Jornada, Proceso y un poco el Financiero, porque los dem�s no cuentan, El Unomasuno, El D�a, El Sol, son peri�dicos inexistentes, digo yo no me explico c�mo salen. Yo no creo que tengan ninguna raz�n de ser esos peri�dicos, creo que son un tiradero de dinero a la basura, porque mientras en provincia se hacen los peri�dicos para extorsionar al gobierno del estado y del municipio, para jarlarle dinero y publicidad... �sabes que en el puerto de Acapulco hay 19 peri�dicos? Entonces tienen que ser poquiteros por ser tantos, pero su �nica raz�n de ser es bajarle dinero al gobierno del estado�.
� �Y en cuanto a periodismo policiaco?
� Es lo que llamaron en sus inicios en Francia: fait divers, hechos diversos, la expresi�n original. Que en espa�ol se tradujo como sucesos, que le dio nombre a una revista mexicana de los a�os 40 y 50. La nota roja es la relaci�n de los hechos de la manera m�s escueta posible, impersonal, desliteraturizada, es casi un acta de notario. Y claro, muchas veces la literatura toma de ella los supuestos anecd�ticos, para recrear y captar el suceso. Eso es lo que a menudo no sabe hacer el periodista porque no es su oficio, en cambio un escritor s�lo necesita uno o dos datos para hacer una invenci�n literaria.
Juan Rulfo era lo contrario de un reportero, �l no pod�a escribir de las cosas que ve�a, cuando trabaj� para la comisi�n del R�o Papaloapan en los a�os 50, ten�a que hacer unos informes sobre las presas, el avionazo en que perdi� la vida Ramos Mill�n y volv�a a su oficina en M�xico y no pasaba de diez l�neas. Quer�an correrlo porque no abundaba m�s en sus informes, �l me dec�a �Es que no puedo escribir sobre las cosas que veo, necesito imagin�rmelas�, por eso digo que �l era lo contrario de un reportero, porque el reportero no puede escribir si no tiene la libreta de apuntes a la mano o la cinta de la grabadora, documentos, recortes de peri�dicos o revistas subrayadas, el periodista est� acostumbrado a escribir a partir de informaci�n mientras que el escritor se planta solo ante la p�gina en blanco. Quien lo ve desde afuera piensa que est� s�lo, pero no porque �l est� con su memoria, con su experiencia y es lo �nico que se necesita para escribir, a este tipo de escritor como Juan Rulfo le perturba la informaci�n. No quiere libretas de notas ni cintas, quiere la p�gina en blanco.
Regordete, calvo, de vestir sencillo y desenfadado, m�s parecer�a el editor malhumorado de un peri�dico que un especialista en la relaci�n entre periodismo y literatura. Federico Campbell permit�a sin enfados que las ideas que se le ven�an a la cabeza salieran sin problemas. Mientras tomaba ya un caf� lechero, un americano o un express cortado, sus ideas segu�an fluyendo con camarader�a.
�Saberse reportero e ir a Guatemala porque hay una bronca, ir en el avi�n con tu compa�ero fot�grafo, vas con tus notas, tu grabadora, llegar al hotel, montar un pick up para ir a pueblo... Hay algo muy rom�ntico, que atrae mucho y uno se clava mucho en eso. Pero en la vida urbana cotidiana del periodismo empiezan las decepciones, los juegos de poder, las pendejadas y las chingaderas, dices chinguen a su madre, no me merecen esos cabrones...�
Luego de su exaltaci�n, volvi� su discurso hacia la prensa nacional: �alguien que hace un periodismo muy bonito, muy personal, es Fabricio Mej�a y lo hace bastante bien: cr�nicas, va a cuidad Ju�rez, habla sobre las muertas en Ju�rez. Es quiz� lo m�s cercano al Nuevo Periodismo que se hace en M�xico.�


La �pica de la droga
La trayectoria ensay�stica de Federico Campbell es actualmente imprescindible para entender ciertos fen�menos mexicanos, uno de ellos es el Narco Corrido. La experiencia en el tema de Cambpell viene de su origen tijuanense y de su relaci�n con el tema que data de hace no pocos a�os: �En mi libro M�scara Negra (Joaqu�n Mortiz, 1995) tengo un ensayo sobre eso que llamo �la �pica de la droga�, donde me refiero a esas historias relacionadas con el narco que empezaron a conocerse con los corridos, especialmente con los Alegres de Teher�n y despu�s de los Tigres del Norte. Yo reconozco en Los Alegres a los mejores m�sicos de esta corriente, les tengo una gran simpat�a y un gran cari�o, creo que el tono �pico de estas historias lo empezaron a dar ellos. Los Tigres del Norte tuvieron muy buen ojo para dalre continuidad a las historias de los alegres, al igual que Los Bravos del Norte de Ram�n Ayala. No me gustan Los Tucanes de Tijuana me parecen muy imitadores, muy oportunistas, como que entraron a explotar la celebridad del corrido cuando ya lo hab�a con seguido�.
�Creo que fui uno de los primeros que escribi� sobre la �pica de la droga, como le llamo yo, las historias de estos pueblos donde el muchacho de 17 a�os se ausenta y de pronto aparece en una cheyene con botas de 500 dolares y la cartera �negra de d�lares�. El cambio de la moral en los pueblos, de que no hay verg�enza de que tu hijo est� en una c�rcel en Tucson o si tu hija se va a casar con un narquito de Caborca, al contrario.
Se dice tambi�n que en Sinaloa y Sonora hay muchachas que se casan con j�venes narcos a sabiendas de que estos esposos van a vivir muy pocos a�os, o m�s bien en algunos casos porque saben que cas�ndose con un joven narco es muy probable que ellas sean j�venes viudas ricas. La viuda de narco suele ser una muchacha con departamentos, edificios de renta, pues generalmente no se persigue a los familiares de los narcos porque de hecho no cometen los delitos ellas, pero en algunos casos se ha sabido de historias donde una cierta muchacha se casa con esos c�lculos, que ser� pronto una viuda de narco de 27 � 28 a�os. Aterrador, como para una novela�.
�Qu� piensa de la prohibici�n del narco corrido que ha hecho Fox?
� Ya en el a�o 94, en M�scara Negra, hablo de la prohibici�n de los corridos en Chihuahua, por Teresa Yard� que era procuradora all�. Me da lastima que ese libro no tenga editor.
Novela hist�rica: �Fuentes me da gueva�
Debido a la relaci�n que muchas veces tiene la novela hist�rica mexicana con el periodismo, interrogamos sobre el tema a Federico: �El historiador es tambi�n alguien acostumbrado a trabajar con materiales ajenos, apuntes, documentos, testimonios, y no se atreve a soltar la imaginaci�n a partir de la nada, a partir de cero, bueno nadie puede porque... Juan Rulfo me dec�a �todas las novelas tratan de lo mismo: del ser humano�.
Sin embargo, al hablar de Carlos Fuentes Campbell afirm�: �A m� fuentes no me gusta, pero tengo un problema... en una palabra me parece falso. Me da enorme gueva. El gran historiador mexicano se llama Luis Gonz�lez Gonz�lez.

Pirandello y Sciacia: la influencia siciliana
Hablar con Campbell es forzosamente volver a la influencia literaria de Sicilia al mundo, de ah� que a la menor provocaci�n el maestro dijera: �En el Quijote est� la relaci�n del personaje con el autor, en la segunda aparte del Quijote �l y Sancho se ponen hablar de un cabr�n que hizo el quijote de la mancha un se�or que se llama Cervantes de Saavedra. Hay una discusi�n sobre la novela El Quijote que estas leyendo, ese juego de espejos dice Am�rico Castro que es un juego pirandeliano, porque es la relaci�n de los personajes con el autor, como en �Seis personajes en busca de autor�, ellos buscan qui�nes son, porque en Pirandello uno de los problemas fundamentales es el de la identidad, o sea �qui�n soy yo? �C�mo me ven los otros? Son como los seres en el cosmos que dicen �qu� es la vida?, �de d�nde venimos? Yo no soy creyente, �qu� es la vida?, �qu� significa morir? Entonces creo que los personajes de pirandello, son como los seres en el cosmos, como poes�a en el espacio.
�Un pirandeliano clavad�simo es Leonardo Sciacia, dice que lo que �l intent� en la novela policiaca fue llevar el drama pirandeliano a ese g�nero�.
�Estoy escribiendo una novela que se llama �La criatura y el personaje�, es una novela sobre el actor, trata de c�mo el actor se convierte en su personaje, es un viejo tema, pero es el caso de un amigo m�o actor, que se llamaba Fernando Balzaretti en una obra de Ludwic Margules, Las Marionetas. En mi novela hablo con los nombres reales. �l me dec�a que el actor que est� bien entrenado, que tiene escuela, lo normal es terminando la obra dejar colgado del perchero al personaje y se va a su casa. Y luego cuando vuelve se lo vuelve a poner. Pero �l me dijo: �yo me lo empec� a llevar a la casa�. De ah� parti� todo.

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