Reci�n termino El juego de Ender, entre el caos de ni�os jugando y la peda posterior a la comida en casa de mis suegros. Es curioso, la ciencia ficci�n me parece un discurso m�s botal y acorde al momento. Aunque nuestra cotidianidad parece la misma no lo es. Mis suegros conviven como si estuvieran en su rancho, la misma charla, la misma pedo, mientras algunos nos encerramos a leer y Carlos, primo de Thelma, adelanta a sus animaciones tridimensionales. Camila juega las chicas superpoderosas con Thelma en una computadora de aqu� de la renta. Las cosas cambian y no tan superficialmente como se piensa.
El juego de Ender es nuestro propio juego, vemos una realidad que no es tal, pensamos que jugamos cuando vivimos y no notamos el juego que es en realidad aquello que nombramos real y que nos ocupa...
La verdad, estoy contento y muy motivado. A ver si mi juego puede salir de aqu� al 30 de noviembre, si sale y sale bien, solucionar{e algunos l�os y comenzar� aquello que llevo muchos a�os esperando.
11/02/2002
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