Preparar el siguiente salto es estar en reposo total.
El mate cebado, esperando nomás.
Y preparando un cuento de Bradbury para la FILEC, algo sobre París y no hacer en el amor en la ciudad museo.
Y defendiendo mi derecho a todas las emociones y no sólo la felicidad plastificada, mientras leo a Bruckner.
Y disfrutando la bam que me deja estar en todo y nada... perdido en ventanas virtuales, hallando alternativas para que los sueños ocurran.
Y no olvido el monociclo y las clavas y las risas y prisas y viajes y vuelos cerrados en Santiago de Chile y llegadas a Morón, visitas a Ituzaingó, los hermanos de Puerto Madryn y un camino a la mirada llena de sueños de ballenas en el Vesta.
Y las historias de Silvia en el Bolsón, con la risa amable de Calima y el Lago Puelo y tanto cariño desparramado en un Hoyo a la mitad de los Andes.
Y volver a donde uno ama la vida, las calles llenas de fantasmas de España y saturadas de nuevos amores, los ángeles que vuelan entre casas museos.
Y... aquí, tranquilo, amando cada instante de enfado, arrojo, miedo, diversión, dolor, depresión...
Viviendo nomás, como dice mi querido jorge Spíndola, "con las costillas al aire", con el alma de camiseta.
12/20/2008
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