Aquella mañana el televisor comenzó a toser, cada vez que se quejaba la pantalla hacía un blanco total, luego un oscuro completo y al final volvía a la normalidad.
Por más que se quejaron los chicos, papá dijo: ya pasará, no se preocupen.
Siguieron con ese conflicto durante varios días.
¿Reparar el televisor? Era una locura, ustedes saben la de cuentas y conflictos que tiene una familia normal.
No, no y no. Eran siempre las respuestas del padre con un movimiento afirmativo de la cabeza de mamá.
El conflicto fue terrible cuando la tele simplemente no encendió más. Se le buscaron muchas opciones hasta que papá acabó haciendo lo que siempre vio en la tele: dándole de patadas hasta romperla por completo.
El siguiente enfermo fue el bebé, como no había nada qué hacer en casa todos le daban de comer, jugaban con él y de pronto enfermó y ya saben lo que papá dijo.
Hasta que comenzó a ocurrir con los chicos, niño y niña de la familia comenzaron por estornudar, luego se llenaron de manchas hasta que la mamá se contagió. Todos podemos suponer el final, ¿verdad?
Sí, papá se quedó solo. Y ¿qué puede hacer un hombre solo en casa?
Él, se compró su propia televisión.
4/26/2012
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