Yo no soy mexicano, ni latino, ni americano. Ni siquiera soy lo que responde al nombre que me impusieron.
No pertenezco a ellos, no me interesa su televisión ni sus mentiras, ni sus saberes o sus omisiones.
Sólo soy un latido, un ritmo, un tiempo que se comparte al andar.
No más.
Así que no me hagan perder la vida con pensamientos de política, religión o alguna otra mentirijilla social. Estoy vivo, no quiero perder ni un solo latido en cosas sin importancia para la vida.
3/07/2013
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