He dejado la narrativa por motivos simples: no creo ya en los continums. Todo aquello que parece orgánico y circular en el fondo tiene la condena de la finitud. Y volver a creer en historias para siempre sería perder más tiempo. En cambio, qué atractivo puede resultar el caos, la diversidad de mensajes en uno mismo, la posibilidad abierta a la interpretación.
Gerardo Vargas me habló de esto, su última exposición llamada Insomnio lo demuestra. Ya vendrá un texto completo sobre el ausnto, por lo mientras unas cuantas frases bobas acerca de esta pieza que bien podría llamarse así.
12/10/2005
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