12/12/2005

Puerta


CERRADA .
Rompe todo vínculo con el aire y la niebla,
sella toda abertura;
aprieta la garganta como el puño de un avaro,
guarda la vida encerrada dentro de ti.
No más, no más aspirar,inspirar,
pues respirar es para los mansos,
y cuando en el espacio mortal nos remontemos,
ten cuidado de no hablar.
Si te arrebata la pena o la alegría
muéstralo sólo con una lágrima;
al alma y al corazón encerrados en ti
añade la palabra yelaire.
Cada hombre es una isla
mientras erramos en el espacio.
Sí, cada hombre es una isla:
fortaleza isla, hogar isla.

12/10/2005

el mecanismo de la pasión

He dejado la narrativa por motivos simples: no creo ya en los continums. Todo aquello que parece orgánico y circular en el fondo tiene la condena de la finitud. Y volver a creer en historias para siempre sería perder más tiempo. En cambio, qué atractivo puede resultar el caos, la diversidad de mensajes en uno mismo, la posibilidad abierta a la interpretación.
Gerardo Vargas me habló de esto, su última exposición llamada Insomnio lo demuestra. Ya vendrá un texto completo sobre el ausnto, por lo mientras unas cuantas frases bobas acerca de esta pieza que bien podría llamarse así.

12/05/2005

¿Y sí?

Veo las arrugas del mentir en las miradas capturadas de una lente. He buscado a mis amigos del pasado, a la gente que la vía ha alejado, en un google limitado y circular.
Y entonces ahí estaban, tan ellos y tan el otro, tan sus metas alcanzadas y la comodidad traducida en la delgadez del gimnasio o los kilos de más de la vida agitada de la oficina.
Y entonces me miro en una foto tomada hace menos de 24 horas, miro cómo todo el entorno a la imagen se mueve. Entonces te mueves y se mueve todo lo que hay entorno.
Entonces escribes historias nuevas cotidianemente, dejas atrás a la gente de hace más de un par de años, sólo pasa por el colador aquello que permanece de algún modo cercano.
Qué nostálgia, qué tristeza, qué soledad la de quien ha destrozado con sus manos los cimientos de sí mismo para comvertirse en la No Promesa, dejado atrás el Yo Pienso tornado a un Yo camino.
Descubro con doloroso pesar que comienza a llegar la hora de definir ese Yo Pienso. No es cansancio, ni pesar, ni falta de energías, sino anhelo de identidad. Estar siendo sólo para sí mismo, la misma conjugación "estar siendo" resulta imposible. Se es de forma completa sólo a partir de una identidad gregaria, no saltando de un grupo a otro, no brincando de mago a payaso, de elefante a jirafa.
Sin embargo, alguien se atreve a enaltecer los valores de tanta inestabilidad, esa posibilidad de lo otro en sí, del otro para sí mismo.... pero a final de cuentas no hay nadie, no hay nada afuera.

bajar

Primero me salí confiando en la hora y pasaste a casa y no estuve.
Luego, no contaba con que cortarían la luz precisamente ese día y la gente con quienes debía hablar convido a un café...
Destino o causalidad, casualidad o determinismo, poco importa a estas alturas. El ofrecimiento es claro, la siguiente corre por mi cuenta.
A menudo estos enredos tensan más las cosas, se tornan ya reclamos, molestias previas. La superficie del deseo es lisa, demasiado y en el juego las tendencias de moda sugieren jugar siempre desde la barrera, sin inmiscuir demasiadas expectativas, sin buecar en realidad nada, despegado y despegándose.
De inicio, me parecían aborrecibles los planteamientos egoistas de dotarle de valor exesivo a la comodidad personal. Por ahora sonrío, me da casi lo mismo y no acabo de creerme del lado necesitado ni del dador.
Que en fin... uno pasa por las cosas y no sabe lo que esconden, cada quien toma lo suyo o lo que (cree) le corresponde.
Vaya con los raciocinios sufisticos y el alejamiento de la calma. Llevo días sin detenerme a casi nada, en casi nada. Sólo así he logrado ir pasando los días sin necesariamente caer en extremos de delirio o carencias.
He hablado de subir una escalera, ha llegado el momento de callar y bajar.

12/02/2005

Caracol

Voy a subir tan alto como sea posible... Me han dicho que arriba está el más pleno de los tesoros.
Subiré con cuidado para no doblar los enmoecidos escalones de esta eterna escalera de caracol.
Me han dicho que al llegar hasta arriba estará la vista más hermosa de la ciudad.
La escalera de caracol me recuerda a la escalera del mirador de mi adolescencia.
>>Cuando cumplí 15 años ella estaba junto mío. Pasábamos las tardes necesitándonos, huyendo de la ciudad de ojos, refugiándonos en el amplio parque que hace de eje de la urbe de montaña. Fue la primera gran necesidad. Ella me vio diciendo el texto de "Rosa de dos aromas" en la primera clase de teatro. Yo la vi llegar con su falda larga y su blusa de mangas con olanes en los puños, como un reflejo del siglo pasado. Ella me abordó y charlamos un poco. Yo le pedí prestados 2 mil pesos. Mi amigo y yo queríamos jugar videojuegos. Nunca pagué ese dinero. Llevó a cuestas tantas deudas... Luego de algunos breves escarceos no pudimos dejar de necesitarnos. Huyendo de los ojos nos cobijaron los parques, los bosques, los árboles testigos de un acercamiento entreverado, circular e indirecto. Al igual que la escalera de caracol del mirador donde tarde a tarde obervábamos (agarrados de nosotros mismos) toda la ciudad. Hasta que el nosotros mismos se volvió el sí mismo de cada uno. Silente volví a mi balcón.<<
La vista más hermosa de la ciudad.
Valió la pena arriesgarse.
Fue importante no caer para poder contemplar tanta belleza.
Tantas casas.
Don Goyo trepidando sus bocanadas decembrinas.
Y ahora, a punto del llanto frente a tanta belleza...
descubro que las lágrimas
caen
una
a
una
en las baldozas frías.