Un barco de papel.
Un barco de papel en el aguacero de un pueblo enclavado en las faldas del Pico de Orizaba.
Sólo un barquito, risas de cinco niños, el asombro de otro y los cerros de testigos.
Los barquitos de papel navegan entre las lágrimas de un rey joven, un rey enamorado. Pero aquel rey no era más que un cerro enamorado de la montaña que veía frente a él diariamente. La imposibilidad de este amor, hace que en Chocaman la lluvia haga el deleite de los barquitos de papel.
Cuentan que en ellos, el principe llorón manda mensajes a su amada e imposible montaña.
8/07/2006
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