5/28/2006

UFO en el Pinacate, Desierto de Sonora

Vimos al extraterrestre cuando fuimos al Pinacate, Fernando el guarda-desiertos (no guarda bosques, of curse), nos dijo claramente:
"Aquí no hay extraterrestres, nadie se pierde, nadie ha muerto... esas son historias" .
Después, advirtió que en el campamento del Tecolote (donde se tomó esta foto):
"No deben aventarse por enmedio del cerro, ya que causan un grave daño que tarda miles de años en repararse por el viento y el polvo..."
Por supuesto, ninguno de nosotros BAJÓ por el cerro, pero tres subimos por ahí. Nadie dijo que estaba prohibido hacer el enorme esfuerzo de subir por la arena suelta (las marcas también se ven en la foto).
Hacia la tarde, mientras recogíamos el campamento, apareció el extraterrestre.
Yo lo distraía haciendo malabares con tres clavas, mientras contaba una historia en verso.
Eva Calderón tomó la foto.
Inmediatamente después, nuestro encuentro cercano con un simpático extraterrestre pasó a ser sólo está foto.
Los guarda desiertos no saben nada de nada, porque también él nos negó que la llegada del hombre a la luna halla sido en realidad la llegada del hombre al Pinacate, editada en el Holliwood de la guerra fría.

5/25/2006

Con alas


Cuando era pequeño, casi todos los dibujos que realizaba tenían dos rasgos: alas y globitos. Las alas eran para volar y los globitos para que el dibujo pudiera hablar.
Hace poco encontré los dibujos que hice en preescolar en una caja abandonada en el desván de la casa de mis padres. Volví víctima de un repentino ataque de nostalgia.
Ahora puedo entender los dibujos que mi hijo expone en la galería de una casa de cultura de un pequeño pueblecito verde.
Sin embargo, mi exesposa está preocupada por Marco; ya que el niño insiste en que el personaje con alas que dibuja sin cansarse es alguien a quien mira cotidianamente por las noches.
"Viene a platicar conmigo cuando te vas al trabajo", su madre trabaja por las noches en el observatorio de aquella región. Han sido siete las nanas que se han ido desconcertadas por el comportamiento nocturno de Marco.
Él, aunque no me dejen verlo, y yo; sabemos lo que está pasando.

5/22/2006

Circo de Pulgas

Un día, las pulgas hicieron su propio circo. No es precisamente que halla sido éste, el que aquí se ve, se presenta. Simplemente, una mañana en Coatepec, luego de una larga racha de silencio, de movimientos juguetones y descubrimientos el circo se abrió ante mis ojos.
No había otra cosa que hojas de papel, las que iba dejándome en la panza la hermosa mujer que habló con acento ibérico todo ese día.
Un circo de pulgas, levantar uno y otro poste, darles el juego, fue cosa de aplicarse horas a fallar una y otra vez hasta que ocurrió el milagro. Claro ese milagro lo aprovecharon mis pulgas de papel.
En los últimos días previos al Circo de Pulgas, a mi regreso del desierto, la casa se puebla una y otra vez de la voz constante de Adriana Varela con un "cielo que ni es cielo, ni es azul". Este maquillaje de vivir ciertas vidas que han quedado tan al margen que despiertan amables nostalgias. Ahora el poema completo de Bartolomé Leonardo de Argensola:
A una mujer que se afeitaba y estaba hermosa

Yo os quiero confesar, don Juan, primero,
que aquel blanco y color de doña Elvira
no tiene de ella más, si bien se mira,
que el haberle costado su dinero.
Pero tras eso confesaros quiero
que es tanta la beldad de su mentira,
que en vano a competir con ella aspira
belleza igual de rostro verdadero.

Mas ¿qué mucho que yo perdido ande
por un engaño tal, pues que sabemos
que nos engaña así Naturaleza?

Porque ese cielo azul que todos vemos,
ni es cielo ni es azul. ¡Lástima grande
que no sea verdad tanta belleza!



5/08/2006

De frente...

Jack Johnson suena en la camioneta que nos lleva al Pinacate. El frizbee de Joseph es el único ovni que atravieza los cerritos. Eva y su caracol marino en mitad del desierto lloran su soledad mientras cavo una tumba. Lorena silente y reflexiva mira al horizonte, haciendo el balance de las máscaras. El motor de mi desierto entrelaza las manos solitarias a las otras, mientras corre un conejo hacia la salida, buscando abrir una puerta.
A ratos, Jesús me ayuda a cavar la tumba, pero no. Esta tumba debo hacerla con mis manos, en medio de la arena, saturada de espinas. Sangran las manos y son acariciadas por un ave del desiérto, que sabe dar aire y abrigo.
Salimos, la tumba quedó cerrada con todo y la sangre de mis manos.

5/06/2006

Abrace con ternura

Me enseñaste la ternura en tu abrazo nervioso una mañana de abril. Entonces supe que ahí estabas, no más inventos raros.
Luego besarte, así nomás con cierto cinismo. El desconcierto en tus labios cerrados con calma, no rechazaron, simplemente esperaron.
Ahora sonreímos y miramos cómo el tren pasa por la estación siguiente, como aquel viejo: "trenecito pequeñito, llévame muy suavecito, quiero conocer lugares que conozcas tú, tú, tuuuuuuú..." que cantaba el Duende Bubulín.
Te abrazo y a ti también, porque estoy aquí... niñ@.

5/04/2006

Sabiduría de los gatos

En la cabeza grande y bien fomada de un siamés cabe el llanto solitario.
En sus patas fuertes y definitivas zumba la risa menguante...
pero en sus sueños caben todos los mundos.
Por ello es que los dueños de esta tienda en la calle principal de Creel, Chihuahua, piden que no lo molesten.
Cristal, una pequeña niña rarámuri, me contó que una ocasión un gringo grande y tonto, detuvo la bicicleta al ver al gato dormido entre los enseres que la tienda vende.
Primero trató de adivinar si era parte de la vendimia, al ver que no tenía el precio tocó fuertemente el vidrio.
Cuando el gato se incorporó y miró a los ojos tontos del gringo, el hombretón ya no existía, ni el pueblo, ni siquiera los rarámuris que vendían sus artesanías. Desde entonces la advertencia tiene un fundamento.