Wang Lung comienza a ver el fruto de su trabajo y el de su mujer, una buena mujer que le da sus manos y su vientre. La tierra es noble según los tiempos, pero en tiempos donde la nobleza se quita para dar paso a otras cosas, el futuro de Wang Lung es incierto.
Al igual que el protagonista de La Buena Tierra, noto con desconcierto cómo lo que antaño pudieron ser bendiciones y motivos para crecer, hoy se vuelven en vilezas, no es sólo culpar al mundo o descargar nuestras frustaciones sobre algo/alguien, sino darse cabal cuenta que vivimos en un chiquero donde para ser alimentados debemos servilmente dar en completo tributo nuestra humanidad.
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Cuando S. me envió por e-mail, no son cierta ironía unos breves fragmentos de Galeano, pensaba en lo lindo que se dice, sin detenerme demasiado en lo verdadero de las frases. VIVO, entiendo, descubro a cada paso.
2/23/2005
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