8/04/2005
Madrugada
Puedes darle crédito a la rememoranza, al ensueño revelador que te asalta antes del alba. Puedes mirar y escuchar el mosquito que revolotea entre la ausencia de otra respiración. Puedes esperar un poco y respirar, jugar a tomar consciencia de la nieve, puedes incluso atragantarte de ensueños y dejar libre como una cometa al corazón, pero tambieen puedes quedarte callado un momento y escuchar por encima de todo cómo el sol va lloviendo con luz, su lentitud certera, su latir perpetuo.
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