Quise derrochar en polvos la curva de mis dedos. Intenté dotarlas de sentidoNuevamente.
Sin embargo, nada existe más que roca dura. Solidez, partículas demasiado unidas entre sí, ideas preconcebidas, sueños carentes de fundamento que validan la cotidianidad. Mis manos no pueden traspasar la dureza de la roca.
11/23/2005
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