Naturaleza muerta con estrellas.
La luz debe permanecer encendida siempre frente a tus ojos. No importa cuán fría la sientas, deja que fluya y se interne en tu ser. Azul, azul como la luz de una estación de tren abandonada, como la promesa de eternidad con que falsea el cielo. la luz azul del camión que a 90 kilómetros por hora te lleva a ninguna parte.
Ahora respira, descubre la finitud. No hay mucho tiempo en realidad. La belleza de una flor se acaba en unas horas, el aceite de una lámpara no es eterno. Entones mírate al espejo del fuego y quema, quema todo, que bonzo se apodere en rojo de todo.
Entonces observa la estrella en la que te has convertido.
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