Diría una hormiga:
Estos humanos tan imbéciles, dejan su basura por todas partes. Este vaso de plástico "desechable", sus hijos deberían ser desechables, sus almas son desechables, sus anhelos y sueños son desechables según las modas y los modelos de cada año.
Pero la basura de verdad no es esa: este amasijo de piedras falsas es la verdadera basura: sus casas son basura, no las plantas y la vida. Por fortuna la vida está por encima de ellos mismos, quienes creen que lo que late es por ellos, para ellos y de ellos.
Tontos, simplemente basta ver su debilidad y cómo un par de años hace trizas sus más altas construcciones. La verdadera basura son ellos.
7/21/2008
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